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La ‘pequeña Italia’ también vota

La comunidad italiana en Madrid, cada vez más numerosa, duda si votar a 'La Carmena', 'El chico con gafas' o al partido del señor con 'cara limpia'

Juan Diego Quesada
Ambiente del bar Nonsolocaffe, en la calle de Ríos Rosas.
Ambiente del bar Nonsolocaffe, en la calle de Ríos Rosas.Jaime Villanueva

En el little Italy madrileño, una manzana alrededor del Liceo italiano en el barrio de Chamberí, la alcaldesa es La Carmena, Íñigo Errejón, il ragazzo con gli occhiali (el chico con gafas), y Albert Rivera, que no se presenta como candidato este 26M pero gusta mucho por estos lares por su facha de joven emprendedor con éxito, un señor de "cara limpia", una traducción literal de la expresión faccia pulita. Vamos, que lo tienen por un tío de fiar.

El próximo domingo más de 20.000 italianos tendrán derecho a votar en las elecciones municipales y autonómicas de Madrid. Es una de las nacionalidades extranjeras más numerosa y creciente en los últimos años (un 8,6% de población más respecto a 2018). En una década, este cruce de calles en el que se agolpan cafés, restaurantes y tiendas que desprenden olor a pasta recién hecha se ha convertido en un pequeño lugar de reunión de italianos de todo pelaje.

El lugar más emblemático de este punto de encuentro entre italianos del sur y del norte, ejecutivos, ingenieros, lectores de Dante y buscavidas, el restaurante bar Nonsolocaffe, abre sus puertas desde temprano. Madres y padres que acaban de dejar a sus hijos en el Liceo ocupan las pequeñas mesas de este local estrecho pero muy acogedor. Su dueño, Silvano Poggioni (50 años) –afeitado apurado, camisa blanca sin una arruga, ni un gramo de grasa en el cuerpo, prototipo de lo que un español entiende por un italiano con estilo– lo montó tras sufrir una crisis a los 40. Dejó el empleo por el que había llegado a España y armó este tinglado. Cuando mira a Albert Rivera se ve en el espejo y por eso va a votar a Ciudadanos en el Ayuntamiento y el Gobierno, aunque no sabe quiénes son sus candidatos: "Me gusta en general el espíritu de Cs. Me gusta Rivera, me parece un tío como yo, cercano. Limpio. Habla con sentido común".

Santi Magazu, un ingeniero industrial de 51 años, alucina con que le hayan devuelto la declaración de la renta en el mismo año ("¡En Italia eso se eterniza!"). Dice que allí el sector público es lento y el sector privado muy ágil. Le encanta España, tiene tres hijos españoles. No tenía una gran opinión de la alcaldesa Manuela Carmena pero poco a poco ha ido "valorándola más". "Pensaba que gestionaba peor pero era un prejuicio. De todos creo que iré más bien por Ciudadanos. La verdad es que Madrid funciona. Es una ciudad moderna", dice.

"¡Claro que sí!", se une Chiara, de 38 años, libre esta mañana tras dejar al niño en la Scuola italiana. Madrid le gusta, Roma le parece más caótica. El transporte público funciona, la administración responde con cierta diligencia. Coincide en que Rivera "tiene la cara limpia", pero ella está alucinada por el gobierno en Madrid. "Me impresionó que me llegara un papel donde tenía la facultad de decidir qué hacer con el dinero de mi barrio. Contesté, a mi me parecía excepcional", cuenta sobre la democracia participativa que impulsó Carmena al llegar.

A Luca, de 41, también padre de un alumno del Liceo, le sorprendió la ciudad porque escuchaba en este barrio comentarios muy negativos sobre Carmena (Chamberí vota mayoritariamente a la derecha) pero después va a cualquier esquina y se topa con un Madrid moderno. "España está mejor que Italia pero sufre estereotipos negativos", suelta. Apoya Madrid Central y no le importa que haya dos y hasta tres partidos en un gobierno. "España se italianiza en ese sentido y no lo veo mal. Nosotros llevamos llegando a acuerdos insólitos 50 años. ¿Por qué aquí no? La política es diálogo".

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Orazio Puccio, un abogado de 33 años casado con una española, intenta concentrarse con el mindfulness pero la política lo pone como una moto. No hay manera de meditar en medio de tantos estímulos. Tiene claro su ticket electoral: Carmena al Ayuntamiento y el filósofo Ángel Gabilondo, del PSOE, a la Comunidad. "Hay que seguir apostando por una ciudad abierta, moderna, justa y sostenible. España ha demostrado ser un país abierto y sin miedos. Espero que el cambio que empezó el 28A siga el 26M y que las opciones progresistas gobiernen ciudades...". Y así podríamos estar el día entero porque a los italianos les encanta hablar de política. A diferencia de muchos españoles, ninguno siente pudor a la hora de revelar a quién vota. Puccio lo resume con acierto: "Somos animales políticos".

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Sobre la firma

Juan Diego Quesada
Es el corresponsal de Colombia, Venezuela y la región andina. Fue miembro fundador de EL PAÍS América en 2013, en la sede de México. Después pasó por la sección de Internacional, donde fue enviado especial a Irak, Filipinas y los Balcanes. Más tarde escribió reportajes en Madrid, ciudad desde la que cubrió la pandemia de covid-19.

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