Salud valida construir el CAP Raval al lado del Macba
La decisión final dependerá, no obstante, del Ayuntamiento de Barcelona
El enquistado conflicto por la Capella de la Misericòrdia, cuyo espacio se disputaba para ampliar el Macba o construir el nuevo centro de atención primaria (CAP) Raval Nord, empieza a desenredarse. El Servicio Catalán de la Salud (CatSalut) ha dado el visto bueno a construir el CAP en una nueva ubicación distinta de la Misericordia: un cubo al lado del Macba. Salud ha validado la propuesta del Ayuntamiento de ubicar el CAP en un nuevo edificio en forma de cubo al lado del museo. Esta opción había sido propuesta previamente al Macba. Este último capítulo del conflicto llega 24 horas antes de que el pleno del Ayuntamiento decida si mantiene o revoca la cesión de la Capella de la Misericòrdia al museo, el espacio en el que los vecinos reivindican que se ubique el ambulatorio.
La validación de Salud al cubo abre la puerta a resolver un conflicto que se prolonga desde hace varios meses, cuando el Ayuntamiento de Barcelona anunció que retiraría la cesión de la Misericòrdia al Macba (la tenía desde hace cinco años con el fin de ampliar allí el museo) para construir un nuevo edificio para el CAP, que lleva 12 años esperando un lugar donde ubicar sus nuevas y necesitadas instalaciones. La intención del Consistorio de retirar la cesión abrió una batalla entre vecinos y Administraciones que culminó con la ocupación de la Misericordia por parte de los vecinos que quieren el CAP en la capilla.
El visto bueno del CatSalut al cubo es la única alternativa a la Misericòrdia validada por el Departamento. De hecho, Salud rechazó varias propuestas del Departamento de Cultura, el Macba e incluso el Consistorio porque no cumplían con los criterios necesarios para desplegar el plan funcional del centro de salud. “Hemos enviado a los grupos municipales nuestro posicionamiento a favor de construir el CAP. Hay dos posibilidades: la Misericòrdia y el cubo”, ha indicado este jueves el director del CatSalut, Adrià Comella. Con todo, advirtió, la decisión final corresponde al Ayuntamiento, aunque el Consistorio siempre ha mantenido que respetará la opinión de Salud sobre el tema.
No es la primera vez que la alternativa del cubo está sobre la mesa: el Consistorio lo había propuesto en principio para ampliar allí el Macba, pero luego pidió a Salud que estudiase también la posibilidad de llevar allí el CAP.
Según Salud, el cubo estaría encajado entre el museo y un bloque de viviendas, construido a unos seis o nueve metros de distancia de los vecinos y a siete metros del Macba. La instalación, de 3.000 metros cuadrados, se distribuiría en una planta baja y cuatro pisos. El terreno es de la Diputación de Barcelona y del CCCB pero, según Comella, los equipos de Patrimonio de la Diputación y la Generalitat ultiman un acuerdo para ceder ese solar a Salud.
Aunque el CatSalut evitó posicionarse abiertamente por una de las dos opciones validadas, el arquitecto del CatSalut, Martí Ballart, admitió que la capilla tendría unos 500 metros cuadrados construibles menos, lo que implicaría 12 consultas menos que en el cubo. En cambio, el cubo tiene más problemas de acceso y requeriría algún cambio para que usuarios o ambulancias puedan llegar hasta la puerta y ubicar vehículos de emergencia. Salud calcula que, sea cual sea la ubicación, la obra del nuevo CAP tardará entre tres y cuatro años, aunque Ballart admitió que la modificación del plan general del terreno para construir el cubo puede demorar las obras “unos meses más” que si se hacen en la Misericòrdia.
Por su parte, la plataforma CAP Raval Nord Digne, que agrupa a los profesionales sanitarios y a los vecinos del barrio, ha mantenido su negativa a ubicar el centro en otro espacio que no sea la capilla. Los activistas aseguraron que no aceptarán un nuevo edificio como solución porque supone reducir el escaso espacio público que hay en el barrio y retrasar la construcción del nuevo equipamiento. “Pedimos que se antepongan las necesidades de la gente por encima de intereses”, afirmó Iñaki García, de la plataforma. La presidenta de la Federación de Asociaciones de Vecinos de Barcelona (FAVB), Ana Menéndez, señaló que “suprimir zona verde entre dos plazas generaría controversia entre las fincas próximas e inseguridad jurídica sobre un planeamiento consolidado” y amagó con recurrir a los tribunales si se materializa.
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