“No lo escondo, lo más probable es un gobierno de coalición con el PP”
La candidata de Ciudadanos al Ayuntamiento de Madrid descarta hablar de vetos, como han hecho otros líderes de su formación
Begoña Villacís (Madrid, 41 años) se ve con posibilidades de ser la próxima alcaldesa de Madrid. Los sondeos dan la victoria a Manuela Carmena (Más Madrid), pero la suma de las derechas, con un pacto a la andaluza, podría arrebatarle la alcaldía. La candidata de Ciudadanos, que recibe a EL PAÍS en su despacho de la calle Mayor, no oculta que pactará con el PP, pero intenta desligarse de la tercera pata de ese escenario. Vox, dice, será quien decida si apoya un Ayuntamiento de Carmena o de Villacís.
Pregunta. ¿Cómo ve la evolución de Vox? Hace años a usted le ofrecieron ser su candidata.
Respuesta. No solo de ese partido, de muchos, cuando iba de tertuliana. Pero yo he estado solo afiliada a un partido en toda mi vida. ¿Y la evolución? Hay gente que les vota a ellos, y no podemos meternos ni con el votante de Vox, ni con el de Podemos. Estamos en un país diverso y todos los votantes son respetables.
P. Se ha mostrado dispuesta a reeditar un pacto a la andaluza.
R. Es uno de los escenarios, no es el único. Yo lo pongo sobre todo en valor como método. Es lo que se hace en Europa, pactar alrededor de una propuesta. Pactamos con el PP y luego Vox decidió si quería apoyar a un Gobierno de Susana Díaz o al nuestro.
P. En Europa a los partidos como Vox se les aplica un cordón sanitario. Emmanuel Macron, su socio europeo, no ha pactado nunca con Marine Le Pen y les ha pedido lo mismo con Vox.
R. Es curioso, hubo solo un partido que no pidió el voto para Macron y ese fue el partido del señor [Jean-Luc] Mélenchon. Es una tónica que se repite también mucho en Europa. Lo que va a ser más probable y no lo escondo, es que se produzca un pacto con el PP, que se produzca un gobierno de coalición con el PP, y que haya otros partidos que tengan que decidir si prefieren ese gobierno o prefieren el de Manuela Carmena. Así de simple.
P. ¿Y Vox?
R. Ellos tendrán que decidir si apoyan el gobierno de Manuela Carmena o el nuestro.
P. ¿Va a trasladar a la política municipal vetos en los pactos?
R. A mí no me gusta empezar a hablar de vetos. Somos la alternativa al populismo. Carmena reconoció que no pactaría conmigo. Yo tampoco. Todo partido que entienda que Madrid necesita un cambio, que no puede seguir degradándose, sin política de vivienda, sin política social, con una política errática y soluciones volubles e inestables como hemos tenido estos últimos cuatro años; si hay partidos que quieren apoyar esa alternativa, lógicamente yo no voy a decirles que no me apoyen.
P. ¿Rechaza entonces el veto de Albert Rivera a Pedro Sánchez en Madrid?
R. Son escenarios distintos. A Pepu [Hernández], para empezar, no le conozco. No conozco cuál es el programa del partido socialista, no está asistiendo a los debates. No puedo rechazar a una persona de la que no sé porque no soy una sectaria. Veo muchas complicaciones, porque el partido socialista se ha comportado como una facción más de Ahora Madrid. No le ha hecho oposición y ahí están los datos, están por debajo de Vox en las encuestas. Ha perdido su identidad. Entonces si es ese partido socialista, dudo que quiera apoyar mi proyecto.
P. ¿Le preocupa la querella de IU por su sociedad?
R. No, es obvio que lo hacen porque están en precampaña. Han tenido un año para hacerlo. Y está basada en noticias, mientras que yo tengo un documento del Registro Mercantil que dice que vendí la sociedad en 2009. A partir de ahí, todo es mentira.
P. ¿Entiende que cueste creer que dos abogados olvidasen oficializar su salida de la sociedad?
R. No olvidamos.
P. Hubo un error en todo caso, porque se oficializó en 2018.
R. No, no. La noticia lo primero que decía es que yo oculté una sociedad. Eso es muy grave. Al día siguiente salí con una escritura pública de que yo vendí mi sociedad en 2009. La empresa no es mía desde hace 10 años. La administración la dejé en el año 2011 y no es obligatorio registrarlo. Y en cualquier caso no me compete a mí, compete a la empresa. Jurídicamente no es representativo de nada.
P. ¿Qué ha aprendido en estos cuatro años en política?
R. Casi todo, cosas buenas. También en el camino te llevas alguna heridita. Pero la parte importantela preservo: todavía creo en la política, tengo fe en que si se quieren hacer las cosas bien, se puede. Soy madrileña de toda la vida y he conocido Madrid de verdad en estos cuatro años. Hace poco reconocí que igual hace cuatro años no estábamos preparados. Ahora sí.
P. ¿Qué ha descubierto de Madrid en positivo y qué se ha encontrado que no debería seguir existiendo en el siglo XXI?
R. He descubierto barrios muy pintorescos, con mucho sabor, como el barrio de Valverde, en Fuencarral, que me tiene enamorada: es como el Chado de Lisboa. En los barrios están los corazoncitos de todo Madrid. ¿Qué no debiera existir? Las bolsas de pobreza que durante este mandato no han hecho más que agudizarse. Por supuesto, los realojos han caído en los barrios de siempre. La vivienda barata social, las 63, han caído donde siempre caen. No debería haber infravivienda. No debería haber sinhogarismo. Los últimos datos que tenemos son terribles.
P. ¿Cree que las medidas del Ayuntamiento y Comunidad contra los pisos turísticos sirven para frenar el precio del alquiler?
R. No tienen nada que ver. La de la Comunidad no es cerrojazo, es regulación, la del Ayuntamiento es eliminación. Lo que dice la Comunidad es que desde el primer día empiecen a pagar impuestos. Hay un procedimiento y hay certidumbre. Nosotros hubiésemos ido más allá, pero es una regulación. La del Ayuntamiento de Madrid es una eliminación y además es ilegal, porque contraviene dos leyes, porque pide licencia y no declaración responsable. Las viviendas de uso turístico (VUT) no inciden en el mercado del alquiler y decir eso es populismo. Los datos lo desmontan. Representan el 0,8% de la cuota del mercado de alquiler.
P. ¿Por qué cree que ha subido el precio?
R. Inciden varias cosas. La política de bloqueo urbanístico de Manuela Carmena, porque dijo que iba a hacer 4.500 viviendas y que iba a resolver la política de vivienda en Madrid. La vivienda de alquiler social la tenemos en el sureste y la tenemos bloqueada; son 50.000 viviendas a precio asequible. Cuando hay más demanda y hay esa política de bloqueo urbanístico, los precios suben. Y además, el problema que hay con las licencias de nueva construcción en Madrid. Un informe del COAM dice que, según el 56% de los arquitectos encuestados, las licencias están tardando más de 12 meses, el 26% más de 18 meses. La patronal de la construcción dice que por cada mes que se retrasa, deliberadamente yo creo, el precio de un bloque de pisos sube 17.000 euros en intereses bancarios.
P. ¿Cree que es deliberado más que una mala gestión?
R. Si escuchas a los cooperativistas de Cuatro Caminos, que llevan cuatro años esperando, te lo trasladan así. Mala gestión también. En este Ayuntamiento no sé qué ha sido más nocivo, si la ideología o la incompetencia. En urbanismo, se ha jubilado en estos cuatro años el 19% del personal y no lo han restituido.
P. ¿Cuál es la reforma que plantea para Madrid Central?
R. Madrid Central no es un proyecto que haya ayudado a combatir la contaminación. Lo único que consigues no es eliminarla, sino derivarla, como prueba el aumento en todos los distritos periféricos. Lo que queremos hacer es medir aquello que haya funcionado bien y revertir aquello que haya funcionado mal. También queremos mantener una interlocución real con todos los afectados, algo que no ha hecho este gobierno. Hay partes que son reversibles: por Gran Vía debe poder pasarse este-oeste. Y lo que haría son políticas de peatonalizaciones quirúrgicas.
P. Ecologistas en Acción señala que en la región la contaminación ha subido un 41% y en Madrid, un 24%, sin lluvia.
R. La verdad es que no estoy mirando los datos de la Comunidad. Estoy hablando del Ayuntamiento de Madrid y lo que es claro es que la contaminación ha subido. Es el error de no mirar Madrid globalmente, que es lo que vamos a hacer nosotros. Tenemos que tener un plan como en Barcelona de corona metropolitana en la que todos los Ayuntamientos tengamos una política sobre aparcamientos disuasorios y sobre todo, seducir a la gente hacia el transporte público.
P. En una campaña reciente promete BUS-VAO, pero no son competencia municipal.
R. Una cosa es que escapen a las competencias municipales, pero nuestros programas en la Comunidad y en el Ayuntamiento están coordinados.
“Tenemos mucho margen para bajar impuestos”
Villacís quiere hacer una rebaja generalizada de tributos. “Somos un partido liberal y creemos que tenemos mucho margen para bajar impuestos”, dice la candidata. El primero, el impuesto sobre bienes inmuebles (IBI), al mínimo (0,43%). ¿Lo bajaría en toda la ciudad? “Sí, porque no se puede hacer de otra manera”. Recuerda que su partido propuso una revisión catastral en 109 barrios, pero el gobierno municipal lo hizo “en muy pocos”. También quiere rebajar el impuesto de actividades económicas (IAE), el de construcciones, instalaciones y obras (ICIO), “para bonificar la rehabilitación”, y la plusvalía municipal mortis causa.
Si bajan los ingresos municipales, hay que hacer recortes en la misma medida, según la regla de gasto. "¿Con 1.000 millones de euros de superávit?", responde la candidata. La regla de gasto limita el uso de ese excedente, pero la concejala insiste: "Nosotros hemos hecho las cuentas. No estamos prometiendo una cosa que no se pueda hacer". "Voy a recortar toda la red clientelar de Ahora Madrid", dice, y añade que también "se puede adelgazar, que no recortar", el número de dinamizadores de los distritos para sustituirlos por técnicos. Villacís vuelve al superávit: "Es verdad que lo tenemos porque nunca habíamos tenido este nivel de incompetencia. La ejecución de las inversiones en los dos últimos años ha sido de las más bajas de toda la historia del Ayuntamiento".
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