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Opinión
Texto en el que el autor aboga por ideas y saca conclusiones basadas en su interpretación de hechos y datos

Idiomas de las feministas

Reflexiones y preguntas sobre la profusión de pancartas y consignas en castellano en la manifestación del 8M en Barcelona

Mercè Ibarz
Manifestación feminista en Barcelona
Manifestación feminista en Barcelona

Incluso a mí, que no estoy en las redes, me ha llegado el lamento: las pancartas de las feministas en la mani de Barcelona eran casi todas en castellano y eso, a los catalananohablantes, debe hacernos pensar. Como siempre procuro estar por la labor si se trata de pensar, me he metido a ello. Cierto, había muchas en español. Se coreaba mucho en español. La presentadora hablaba en catalán desde el estrado de la plaza de Catalunya, y en el mismo párrafo citaba a Simone de Beauvoir en español como si la francesa así lo hubiera escrito. La coreaban gritos en la plaza, en español casi todos. ¿Es un problema? Sin duda es un hecho: muchas mujeres corean y pintan pancartas en español cuando vienen de los barrios al centro de la ciudad para decir lo suyo. ¿De qué se sorprenden las redes? ¿De verlas? ¿De que hablen? ¿De que escriban?

La niebla que domina casi toda forma de expresión hoy, incluso cuando se sueltan animaladas por las redes, está ofreciendo no obstante un plus interesantísimo: leer entre líneas, concluir por uno mismo, deducir e inferir respuestas. Mi impresión es que, en el subtexto de esta queja lingüística (una más), entre líneas está que la ciudadanía manifestante parece estar dividiéndose en indepes y feministas. Al cabo son las manis más concurridas de los últimos tiempos, una vez concluido el 15M. Las manis, eh, que quede claro: hay indepes feministas y feministas indepes, de lo que aquí se trata es de las manifestaciones y concentraciones convocadas por unos y por otras. Que se sepa no hay quejas por el hecho probado de que en las manis independentistas no se coreen ni se lean frases en castellano, quizás se oyeron algunas en los tiempos activos de Súmate. Mientras que los indepes se rasgan las vestiduras ante las frases en español, escritas o coreadas, de las feministas. ¿Será esta la fractura catalana?

Ironías aparte, los sociólogos harían bien de explicar algo de todo esto. Las manis indepes se nutren desde 2012 de ciudadanos sobre todo comarcales que acuden a la capital y suelen ser catalanohablantes de expresión oral genuina, parcheada, eso sí, por los malos hábitos televisivos y telefónicos de los que no nos salvamos nadie, aunque tal vez menos tocada, su expresión genuina, por la persistente diglosia barcelonesa. Un matiz lingüístico llama la atención en este grupo en el whatsapp: la mayoría de mensajes indepes están escritos fatal, en un catalán plagado de faltas y de léxico penoso, sin diferencias de edad; en mi experiencia, casi siempre escriben mejor catalán los neutrales (digámoslo así) que muchos indepes radicales. Lo mismo en los mensajes feministas que te llegan por la misma red (no tengo otra, aunque me huelo que en twitter y facebook es igual). Y si es un hecho que muchos de aquellos vienen de comarcas, lo es también que muchas de estas llegan al centro desde barrios y contextos urbanos mayoritariamente castellanoparlantes. ¿Es grave, doctora?

Luego está la pereza, esa bestia parda, y su amiga la indiferencia. Veía por la tele a un esforzado locutor (las profesionales de los medios estaban en huelga) hablando con dos señoras y una joven, hija y sobrina de aquellas. El locutor preguntaba en catalán y las dos mujeres en castellano, hasta que la chica respondió en catalán, muy buen catalán, y estableció la pauta sin más. Su madre y su tía siguieron entonces en catalán.

Más escenas: chicas de expresión catalana entre ellas que, no obstante, alzan escritos en castellano. Puede que muchas jóvenes de los barrios habrían coreado cantos y consignas en catalán si los hubieran oído, están alfabetizadas en las dos lenguas y es otro hecho que los jóvenes barceloneses, si vas siguiendo la conversación en catalán, te acaban hablando en catalán.

La pregunta entonces, queridas redes, más bien sería: ¿por qué hubo, por qué hay, tan pocas pancartas y consignas en catalán? ¿Por pereza? ¿Por indiferencia? ¿Porque una cosa es el procés y otra el 8M? Como no lo creo así, o no del todo, sugiero hablarlo a fondo, si de veras se desea que el feminismo del siglo XXI hable alto y claro en lengua catalana.

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PS: Las lectoras del manifiesto fueron decidamente paritarias en esto. En catalán leyeron la periodista Natza Farré y la activista transsexual Sofia Bengoetxea, dueña de un catalán sublime; en español, la actriz gitana Alba Flores y la mediadora social y activista guineana contra la ablación Aissatou Diallo. Que conste.

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