Jornada morada histórica en Euskadi
El movimiento feminista logra poner en pie a decenas de miles de mujeres en una lucha intergeneracional
El 8M de 2019 también se va quedar en la retina de todos como una jornada histórica en Euskadi. Miles y miles de mujeres han reventado este viernes con su presencia en la calle todos los corsés impuestos. Han llenado las ciudades y pueblos con gritos y proclamas en favor de la igualdad y de todos y cada uno de los derechos que todavía siguen siendo, en muchos casos, papel mojado. Por la mañana y por la tarde en Bilbao, y en San Sebastián y Vitoria, una marea morada ha tomado el control y ha dado un golpe sobre la mesa para cambiar de una vez con leyes y usos unas reglas de juego que históricamente les han perjudicado.
'Quiero andar sola, sin luz y sin farola', 'Queremos ser libres, no valientes', 'Con ropa, sin ropa, mi cuerpo no se toca'. Más de 30.000 mujeres, en torno a 50.000 según la organización se han manifestado este viernes en Bilbao, y otras 50.000 según el Ayuntamiento por la tarde, secundando la convocatoria del Movimiento Feminista del Euskal Herria con motivo del 8M, en demanda de igualdad y de un nuevo pacto social que "supere las relaciones jerárquicas". El Parlamento vasco cerró por falta de cuórum, y el memorial de Víctimas homenajeó a las 57 asesinadas por ETA.
La manifestación de la mañana, que ha partido a las doce del mediodía del Sagrado Corazón, se ha dividido en dos columnas que han marchado a ambos lados de la ría, al ritmo de dos batukadas íntegramente femeninas, para concluir ante el Ayuntamiento de Bilbao. El lema 'Ertzak gainez egin. Zentroa okupatzeko' era toda una declaración de intenciones: Desbordar los márgenes. Ocupar el centro. La de la tarde, que ha empezado con media hora de retraso porque el centro estaba colapsado, ha recorrido la Gran Vía, tras una pancarta en la que podía leerse "Las vidas en el centro" y coreando consignas como "Abajo el patriarcado, que va a caer" o "Arriba el feminismo, que va a vencer", y otras como "Aquí estamos, nosotras no violamos".
"Están siendo manifestaciones históricas", han asegurado desde el movimiento feminista, pero no solo por la elevada participación, sino porque además se han unido miles y miles de mujeres en una lucha intergeneracional. Desde abuelas hasta niñas, con un importante empuje de las estudiantes, y mujeres trabajadoras, paradas... Daba igual la procedencia, el color de la piel o el idioma materno. Se han unido en todas las calles de Euskadi para decir Basta a las agresiones, a los ninguneos, a la brecha salarial, a la tasa rosa y a esa diferenciación en la que la gran mayoría de las veces salen perdiendo.
En Vitoria y San Sebastián, también por la tarde, se han manifestado miles de personas por la igualdad de oportunidades para las mujeres. En San Sebastián, los manifestantes han partido del Antiguo y han llegado hasta el Boulevard y ha reclamado otra sociedad alternativa al "heteropatriarcado capitalista". En la lectura del comunicado, han incidido en la lucha contra el machismo.
En la capital alavesa se ha vivido otra manifestación multitudinaria, encabezada por tres tractores conducidos por mujeres para simbolizar la participación de la mujer en el mundo rural. Ha partido desde el Centro Cívico Iparralde hasta llegar a la plaza de la Virgen Blanca.
La marcha de Bilbao ha concluido en el Ayuntamiento: "Aunando fuerzas, creando alianzas y profundizando en ellas. Nos hemos unido en la lucha sujetos diversos de transformación y hemos politizado la exclusión. Juntas nos hemos empoderado y ese es nuestro gran éxito", han leído en un comunicado.
A renglón seguido han lamentado que "faltan muchas mujeres en la huelga: las asesinadas, las encarceladas, las que están presas en los CIES, las mujeres que por están en situación de explotación hoy no pueden dejar sus empleos y trabajos". "¡Por todas vosotras estamos hoy aquí! No nos limitamos a negar el sistema. ¡Nosotras soñamos y proponemos una sociedad que ponga en el centro las vidas!", han exclamado. Asimismo, han exigido responsabilidades colectivas para la sostenibilidad de la vida, porque, según han aseverado, "hay vidas en esta sociedad que tienen más valor que otras".
Por último, han criticado que durante los últimos días han oído muchos discursos "políticamente correctos, pero pocos o ninguno son los pasos que se han dado para repartir los trabajos que realizamos gratuitamente". "¿Dónde está la responsabilidad de los hombres y las instituciones públicas? ¿Qué medidas concretas se tomarán en los próximos años? Los trabajos de cuidado siguen realizándose en sectores feminizados y privatizados, muchos a cargo de la explotación mujeres migrantes", han concluido.
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