Bomberos voluntarios anuncian que dejan de prestar servicio
La provincia más afectada es Lleida, donde en torno a una quincena de los 22 parques de voluntarios no podrán trabajar
Una veintena de parques de bomberos voluntarios han enviado cartas durante los últimos días a los alcaldes de los municipios donde prestan servicio para comunicarles que van a dejar de hacerlo. En sus misivas, los bomberos alegan falta de personal y materiales, y deficiencias en infraestructuras. La provincia más afectada ha sido Lleida, única en la que hay más bomberos voluntarios que profesionales, aunque también han llegado misivas a municipios de Girona y Tarragona, y se espera que sigan llegando durante los próximos días.
“Señor alcalde. Nos duele comunicarle que a partir del 30 de enero de 2019 el parque de Bomberos que da servicio a su municipio y adyacentes, estará cerrado de manera indefinida”. Cartas como estas están comenzando a recibir los regidores de municipios catalanes a los que el cuerpo de bomberos voluntarios daba soporte. Los parques de Almenar, Agramunt, Coll de Nargó, Serós, Borges y La Granadella, de Lleida, son algunos de los que ya han entregado la carta a los ayuntamientos.
“Es un ejercicio de responsabilidad comunicando que no podemos mantener esa responsabilidad”, ha declarado Josep María Alcalá, presidente de la Associació de Bombers Voluntaris de Catalunya (Asbovoca). “Nadie se puede imaginar la frustración que genera estar pendiente del móvil 24 horas al día, 365 días al año para responder a incendios y accidentes y no poder dar salida”, se ha lamentado Alcalá.
Los bomberos voluntarios forman parte del sistema mixto de bomberos y representan la mitad de los parques de bomberos de la Generalitat, 76 de 150 parques. Siendo Lleida la única provincia catalana con más bomberos voluntarios que profesionales, nueve parques de funcionarios por 22 de voluntarios, de los cuales en torno a una quincena han comunicado su inactividad.
Según el decreto de 2015 que regula esta modalidad, cada parque debería contar con dos equipos de seis personas, cifra que según Alcalá está muy lejos de conseguirse. “No tenemos gente. Los incumplimientos sistemáticos de los distintos gobiernos del Parlament han colapsado el servicio mixto”, señala Alcalá. “En salidas que podrían ser atendidas en diez minutos, ahora tardan 40 porque tienen que llegar de alguno de los parques de bomberos funcionarios a kilómetros de distancia”.
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