Inquietud en la calle por el 21-D

La celebración el próximo viernes del Consejo de Ministros y el anuncio de movilizaciones y cortes de carreteras contra esta reunión por parte de los autodenominados Comités de Defensa de la República (CDR) han puesto en alerta a comerciantes, empresarios e incluso a los centros escolares, que ese día celebran la última jornada de clase del trimestre. A los actos anunciados por los CDR se suman también la huelga prevista para esa fecha en Renfe y Correos y la convocatoria de un paro general de dos horas auspiciado por el sindicato independentista Intersindical-CSC. Con este panorama, algunos actores ya han tomado medidas preventivas para paliar los efectos del previsible caos en la movilidad.

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El Departamento de Educación recordó que el 21-D es un día lectivo y que las escuelas han de estar abiertas. De todas formas, algunos directores de las comarcas del Vallès y el Maresme mostraron su inquietud por los problemas de tráfico que se podían derivar y consultaron a Educación para adelantar al jueves algunas actividades. El departamento recordó que esa decisión forma parte de su autonomía de gestión. En Barcelona, también hay centros que han adelantado un día la entrega de notas por si los padres tienen problemas para llevar a los niños a clase ese día.

En las universidades, la plataforma Unis x la República y el Sindicat d’Estudiants del Paisos Catalans han llamado a manifestarse. La Universidad de Barcelona y la Autónoma mantienen la jornada lectiva habitual. La Pompeu Fabra, en cambio, se encuentran en plena época de exámenes y ha pedido reprogramar los previstos para el viernes.

Por otro lado, los sindicatos de los Mossos d’Esquadra han decidido este martes posponer sus protestas hasta después del dispositivo de seguridad del 21-D, “por responsabilidad”, y han pedido que la policía quede fuera del debate político.

El anuncio, por parte de grupos independentistas, del corte de los accesos al aeropuerto de El Prat ha tenido un impacto en los hoteles cercanos: para la noche del jueves todas las habitaciones ya están ocupadas, mientras que para los demás días hay plazas disponibles.

Empresas de diferentes sectores se preparan para que las manifestaciones anunciadas y los cortes en el tráfico les afecten lo mínimo: teletrabajo, cancelar reuniones previstas o adelantar o atrasar gestiones son algunas de las opciones. Hasta las aplicaciones de motos compartidas han limitado la zona de aparcamiento estos días, para evitar que algunas de sus unidades estén en el escenario de las protestas.

Los comerciantes fueron los primeros en mostrar preocupación. En un comunicado conjunto difundido la semana pasada, las asociaciones de comerciantes recordaban la pérdida de ventas (entre un 5% y un 30%) que supusieron las constantes manifestaciones del año pasado. “Recomendamos abrir con normalidad, pero nos preocupa porque es uno de los fines de semana más potentes del año. Entendemos que no tienen por qué ser más que cortes de carreteras, pero estas cosas sabes cómo empiezan pero no cómo acaban”, dice Salva Vendrell, presidente de la fundación Barcelona Comerç. Los comerciantes se han reunido con la consejera de Empresa, Àngels Chacón, quien ha intentado calmar los ánimos.

Otro sector afectado es el del transporte. Fuentes de Mercabarna, el polígono que concentra a los mercados mayoristas de Barcelona, admiten que la previsión de operaciones para el próximo viernes son menores que otros días. “Mercabarna no va a cerrar, pero es verdad que, por lo que nos han dicho los principales mayoristas, habrá menos trabajo”, explican. Adolfo Martínez, secretario general de la Associació General de Transportistes de Catalunya, detalla que las empresas de transporte no han dado directrices concretas, pero que “por lo que se va viendo, la dinámica es evitar, si se puede, hacer trabajos ese día, o se avanzan o se atrasan, por lo que pueda pasar”. También en el ámbito del reparto de mercancías empresas como Glovo han decidido cerrar aquellas zonas que presenten cortes de tráfico.