Inmovilizados 1.500 kilos de carne en un establecimiento de Usera
La carnicería no reunía las mínimas condiciones de salubridad y los productos no estaban refrigerados
La Policía Municipal ha inmovilizado 1.500 kilos de carne en establecimiento del distrito madrileño de Usera que estaba en mal estado y que en principio no era apta para el consumo humano. Los agentes detectaron el establecimiento durante un patrullaje preventivo al ver a un hombre que sacaba una bolsa de unos 50 kilos, en los que se mezclaban restos de despiece de productos cárnicos, mezclados con otro tipo de residuos orgánicos, junto con papel y plástico.
Esta persona acababa de sacar la bolsa de un establecimiento que se dedicaba al comercio minorista de carne, situado en la calle de Jesús del Gran Poder. Los agentes realizaron una inspección a dicho local. Nada más entrar, observaron dos cámaras frigoríficas expositoras, haciendo un ángulo recto, ambas sin refrigeración. Los alimentos estaban a temperatura ambiente y carecían de precio, descripción y trazabilidad. En un apartado de dichas cámaras estaban mezcladas piezas de carne con vísceras de animales.
También localizaron en una zona a modo de obrador al lado de los mostradores, donde estaban elaborando productos preparados (chorizos), esta zona no estaba separada ni aislada y estos productos carecían de cualquier tipo de etiquetado que especifique su composición y alérgenos, según ha informado esta mañana la Policía Municipal de Madrid.
Junto a un cuarto de baño localizaron una cámara frigorífica llena de enseres, en la que tampoco funciona la refrigeración, por lo que todas las piezas de carne no podían conseguir un estado optimo de conservación.
En la zona donde se preparaban los productos elaborados, se pudo comprobar que algunos de los utensilios, como por ejemplo cuchillos o los recipientes para mezclar los ingredientes, presentaban un estado deplorable de suciedad, constituyendo un grave riesgo para la salud de los consumidores.
También se detectaron graves deficiencias en cuanto a seguridad y salubridad en la instalación eléctrica y en los aseos. Los motores de las cámaras frigoríficas expositoras se encontraban tirados debajo de los mostradores, con el cableado por el suelo y diferentes enchufes conectados a un ladrón que colgaba de la pared. En cuanto a las condiciones del aseo, éste estaba lleno de enseres, dificultando su uso, careciendo el lavado de pedal para el suministro de agua.
Los agentes inmovilizaron la carne, que sumaba unos 1.500 kilos. Todo el material quedó a disposición de los técnicos de la junta municipal.
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