Algo más que cambiar el cartel
Bargalló modifica el nombre del Departamento de Enseñanza por Educación y visualiza el fin de la etapa de cargos convergentes al frente de la consejería
El Departamento de Enseñanza cambia de nombre. La cartera, en manos de ERC después de varios consejeros de CiU, volverá a llamarse Educación, como lo fue durante la época de gobierno del tripartito. El actual titular del ramo, Josep Bargalló, justificó el cambio por criterios pedagógicos pero esta modificación visualiza también el fin de la etapa convergente al frente del sistema educativo catalán. El Govern aprobó esta modificación el pasado martes en la reunión semanal del Ejecutivo catalán y hoy se publica en el Diario Oficial de la Generalitat de Cataluña (DOGC).
No es la primera vez que el Departamento cambia de nombre. Durante los años de gobierno tripartito (2003-2010), el que fuera Departamento de Enseñanza durante el mandato de Jordi Pujol pasó a llamarse Educación. El cambio respondía a una visión más amplia de proceso de enseñanza y aprendizaje de los alumnos y concordaba, también, con las definiciones que empleaba la Ley de Educación de Cataluña (LEC) en su alusión a las funciones de la escuela. Con la llegada de Artur Mas al Govern, la convergente Irene Rigau retornó el Departamento a la era Pujol y recuperó el concepto de Enseñanza para nombrar a la consejería que dirigió entre 2011 y 2015.
Bargalló ha vuelto a poner ahora una imprenta más progresista en el Departamento, empezando por el nombre y, desde ya, la consejería vuelve a ser de Educación. Los argumentos son los mismos que apuntó el tripartito en su momento: “Este cambio de nombre está en coherencia con la terminología que utiliza la LEC. La Generalitat se adapta a la terminología internacional y académica más utilizada”, indicó el Govern en un comunicado. El Ejecutivo justificó que el término Educación “remite a una concepción moderna de las políticas educativas, las cuales van más allá de conocimientos académicos y nos hablan de la necesidad de tener una visión integral de la educación”.
Los expertos del sector coinciden en la conveniencia de este cambio. “Enseñanza es una concepción más restrictiva de lo que es la escuela. Remite más a una función instructiva. Pero en la escuela no solo se instruye, sino que también se educa”, explica Ismael Palacín, director de la Fundación Jaume Bofill, un centro de investigación especializado en temas educativos.
Palacín apunta que todas las leyes, los preámbulos de las normativas de educación y derechos humanos, recogen el término educación. El cambio de Rigau respondía a un posicionamiento político respecto a la concepción de la escuela y su papel social. “Rigau encarnaba un discurso back to bases, de volver a la disciplina. Quería desmontar la anomalía del tripartito. Volver a pedirle a la escuela lo básico y esto implica una visión más restringida de la educación y rehusa la visión social de la escuela”, apunta el experto.
Fuentes de Educación aseguran que el peso económico de este cambio será “mínimo”. Aunque no han cifrado a cuánto ascenderá el gasto, estas fuentes insistieron en que “la voluntad es que el cambio tenga un coste mínimo”. El montante se quitará del presupuesto de la Dirección de Servicios. “Cambiaremos la placa de la Via Augusta [donde está la sede del Departamento], pero la de ningún centro más. De hecho, algunos aún conservan el nombre de Educación, de la otra etapa”, apuntaron. El Departamento hará el cambio de forma inmediata en todas las aplicaciones digitales. “La papelería se gastará promero la que hay antes de renovar con el nuevo logo”, matizaron estas fuentes. El cambio a Rigau le había costado unos 12.000 euros, según reveló el Govern de entonces.
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