Ratas en el patio del colegio

El patio de la escuela Carlit de Barcelona ocupa casi la totalidad de un interior de manzana del Eixample. Una instalación situada en el 162 de la calle Roger de Flors donde el ruido desaparece y donde da la sensación de no estar en el centro de la capital catalana. Una zona casi idílica que en las últimas semanas ha sufrido la visita de unos seres indeseados aunque no imprevistos: las ratas.

Las obras que se están llevando a cabo en el interior de la manzana han sacado a la luz a algunos roedores que en el patio del colegio han encontrado un lugar idóneo para alimentarse con las sobras de los bocadillos de los alumnos. Según anunciaba ayer la Cadena SER, han sido varios los avistamientos de ratas en el patio del colegio. Los operarios que seguían ayer trabajando en las obras del interior de manzana aseguraban desconocer la presencia de roedores. En un centro de ancianos cercano tampoco habían reparado en la presencia de estos animales, pese a ello, los padres de los alumnos si conocían la presencia de estos animales a los que está unido la infección. EL PAÍS se puso ayer en contacto con el colegio que prefirió que diera explicaciones sobre lo sucedido el Consorcio de Educación de Barcelona. Un portavoz del entre aseguró que hace 15 días la dirección del centro se puso en contacto con el consorcio alertando de la presencia de varios roedores en el patio. “Llamamos a la Agencia de Salud Pública (ASPB) y se activó el protocolo que se impulsa cuando tiene lugar este tipo de afectaciones en los colegios”, aseguró un portavoz destacando que el fenómeno fuese extraordinario. Desde la ASPB remarcaron que en la cercana plaza Tetuan los equipos antiplagas han efectuado este 2018 hasta 33 visitas y desde mayo no hay demandas para actuar contra roedores. “Respecto a los alrededores del colegio Carlit, estamos realizando un seguimiento del alcantarillado público y se está gestionando el caso coordinadamente con Parques y Jardines”, remarcaron.

Los técnicos antiplagas han colocado trampas para intentar reducir la población de ratas y desde el colegio han adoptado medidas de choque en cocinas, baños... Aún así, desde el Consorcio de Educación se asegura: “No se ha cerrado ningún día el patio, algunos alumnos si que tuvieron que desayunar en el aula pero esa ha sido la única limitación”

Desde la AGSP aseguran que la actuación dentro de las escuelas es habitual de forma preventiva y que la situación estratégica de estas instalaciones junto a unas obras hace la zona ideal para la presencia de roedores que ahora están controlados. Entre enero y agosto de este año la ASPB ha recibido 1.225 avisos por la presencia de ratas y ratones en toda la ciudad.