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“Me dijeron que no era apto por sobre cualificado y tener ideas propias”

Àlex Tresserras, formado en turismo y dirección de hoteles, ha 'heredado' la pasión por la gestión del patrimonio y la cultura encarnadas por su padre

José Ángel Montañés
Àlex Tresserras, junto a su padre, en La Pedrera
Àlex Tresserras, junto a su padre, en La PedreraMASSIMILIANO MINOCRI

"De casta le viene al galgo", dice el proverbio que ejemplifica como ninguna otra expresión como los hijos heredan las cualidades (y a veces los defectos) de sus progenitores. Es el caso de Àlex Tresserras (Barcelona, 1991), un joven que ha visto en su padre Jordi Tresserras el reflejo en el que mirarse a la hora de enfocar su futuro. "Mientras los otros niños hablaban de vacaciones en la playa y la montaña, yo de visitas a yacimientos, monumentos y museos", explica el hijo sentado junto a su padre en el café de La Pedrera, la última obra civil de Antoni Gaudí, que tan bien conocen los dos. El padre, Jordi Tresserras, fundó con veinte años la sección juvenil de la Societat Catalana de Arqueología, pasando luego a crear el programa de postgrado de Turismo Cultural de la Universitat de Barcelona.

"Antes cualquier emprendedor, de cualquier origen, tenía más posibilidades de hacerse un hueco. Ahora las barreras son mayores. No solo tienes que tener másteres y posgrados. Quizá había menos gente, no había tantos programas de estudio y era el momento de la creación de los equipamientos, las transferencias a las comunidades y la externalización de servicios que generó la creación de empresas", explica el padre con la experiencia de los años. "Antes si una persona sobresalía, tenía chispa y un plus, se le premiaba. Ahora se buscan títeres para controlarlos", media el hijo.

"Quería hacer turismo, pero mi padre me aconsejó que estudiara marketing y economía. Luego, volvía al turismo al especializarme". Como proyecto de fin de carrera desarrolló una aplicación para explicar el patrimonio, en especial de Gaudí, en la escuela. "Tenía que ser rentable y demostrar su implementación. Obtuve un 9,6", explica con orgullo.

Una década después

Nombre y edad: Alexandre Tresserras Echave. 27 años.

Si no fuera lo que es le hubiera gustado ser: "Profesor de primaria. He competido en patinaje sobre hielo desde los 15 años y la Federación Catalana me ha ofrecido dar clases en escuelas y con alumnos de síndrome de Down".

Se va de vacaciones... "el mes que viene me marcharé a Berlín con amigos, pero suelo ir a Tossa con mis padres o a Pamplona con la familia de mi madre. Somos como una piña".

Dentro de 10 años trabajará en... "En hoteles. Me gustaría estar en el departamento de marketing de un hotel o en la dirección supervisando los departamentos, porque un director que dirige es un mal director. Creo que tengo potencial para ocupar uno de esos cargos, aquí o en cualquier lugar del mundo".

"Cuando entré a cursar el máster en dirección de hoteles en la Facultad de Turismo y Dirección Hotelera de la Ramon Llull empecé a interesarme en el tema de los hoteles culturales y las posibilidades para explicar su historia y sus vicisitudes a los huéspedes. Ya ha pasado la época en el que el reclamo de los hoteles es la tecnología punta, porque ya la tenemos todos en casa. Ahora se busca hacer guiños, sobre todo culturales, al cliente", prosigue el vástago.

En diciembre acabó las prácticas en el departamento de comunicación de un gran grupo hotelero en Barcelona. "A la hora de valorarme me dijeron que no era apto porque estaba sobre cualificado, 'en nuestro grupo buscamos personas más sumisas, que no sean impulsivas y que actúen con ideas propias, sino dentro de unos parámetros' me dijeron", explica sin mencionar el nombre del grupo. Perdió la oportunidad de completar el ciclo formativo en esa cadena de dos años como asistente de dirección, subdirector y director. Desde hace unos meses trabaja como community manager de la empresa de moda Boxer Barcelona SL, fundada hace 10 años. "Ha aumentado la venta on line un 50% en el último mes", explica.

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"Antes si una persona sobresalía, se le premiaba. Ahora se buscan títeres para controlarlos"

Àlex Tresserras defiende con pasión las posibilidades del turismo asegurando que se trata de "uno de los pilares más influyentes de la sociedad, que potencia las relaciones entre culturas y establece lazos de conocimiento". Cree que su mala prensa actual es fruto de una mala gestión: "El rechazo viene de la sobreexplotación. Barcelona tendría que controlar sus focos calientes. Es un problema municipal".

El joven visualiza los cambios a través de aplicaciones como Instagram en la que "una foto puede circular y llegar a tres millones de personas en quince segundos e influir para que se viaje a un lugar o a otro, sin tener en cuenta otras consideraciones". Su padre prosigue: "Creo que hay que aprovechar esas tecnologías para generar mayor interés por el patrimonio y no quedarnos en lo superficial. Cuando hice el plan gestión de La Pedrera comprobamos que hay muchas personas que solo se hacen un selfie para demostrar que han estado en Barcelona, la etiquetan, pero no entran. Al patrimonio las tecnologías han llegado de forma arrolladora. Uno de los mayores retos del turismo es que, pese a la masificación, a nadie le gusta que le dirijan y se busca personalizar e individualizar".

"Uno de los mayores retos del turismo es que, pese a la masificación, a nadie le gusta que le dirijan"

Para Jordi Tresserras los equipamientos de Barcelona se están adaptando a los cambios, pero no es fácil porque la crisis se ha notado mucho. "En Barcelona no hay grandes exposiciones y los eventos que eran referentes, como el Sónar o el Primavera Sound, se han vuelto franquicias. Barcelona tiene que pensar qué quiere ofrecer".

Padre e hijo coinciden en que "el sector cultural ha estado de espaldas al turismo y no lo ha analizado seriamente pese a que hay equipamientos en los que más del 60% de sus visitantes son turistas". Y ponen como ejemplo que en la Fundación Miró ven horrorizados como el turista solo entra para fotografiarse junto a esculturas icónicas y en el MNAC la mayoría se quedan en la puerta contemplando las vistas. "Hay que explotar todas las oportunidades para captar al no público", remachan.

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Sobre la firma

José Ángel Montañés
Redactor de Cultura de EL PAÍS en Cataluña, donde hace el seguimiento de los temas de Arte y Patrimonio. Es licenciado en Prehistoria e Historia Antigua y diplomado en Restauración de Bienes Culturales y autor de libros como 'El niño secreto de los Dalí', publicado en 2020.

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