Las obras llegan a la zona noble del Park Güell
El Ayuntamiento de Barcelona encara la segunda fase de la remodelación de la plaza de la Naturaleza
El Ayuntamiento de Barcelona ha encarado esta semana la segunda fase de rehabilitación de la plaza de la Naturaleza, una de las zonas más visitadas del Park Güell. El Consistorio, lleva meses reformando una de las partes principales del parque pero lo ha hecho a tramos para evitar así el cierre total de la plaza y de la sala Hipóstila.
El lugar intervenido no está lejos del acceso principal del Park Güell. En la calle de Olot, y tras subir la escalinata del icónico dragón, se llega a la sala Hipóstila: un gran porche que mediante 86 columnas soporta una gran plaza. La sala está cubierta por un techo del célebre trencadís, esta vez, de color blanco.
La sala Hipóstila sirve de cimiento para sostener la bautizada como plaza de la Naturaleza. Una gran zona de arena delimitada por un banco de estilo totalmente gaudiniano que tiene forma de serpiente y que está totalmente recubierto, también, del trencadís modernista. La plaza es uno de los lugares desde donde se puede apreciar una de las vistas más imponentes a la capital catalana.
Esta semana, la empresa pública Barcelona de Servicios Municipales (BS:M) ha iniciado la segunda fase de las obras de restauración de la plaza de la Naturaleza.
Los operarios, entre otras acciones, tienen la misión de mejorar el sistema de drenaje de las aguas pluviales y la impermeabilización del techo de la sala Hipóstila, justo debajo de la plaza.
Por ese motivo el acceso a la plaza de la Naturaleza y a gran parte de la sala Hipóstila quedará limitado a sólo la mitad de cada uno de los espacios. Por ese motivo, el Consistorio ha ido variando las zonas de intervención de la plaza para no tener que cerrarla al completo. Les obras durarán hasta principios de 2019.
El Ayuntamiento resalta que las obras, pese a causar molestias al visitante, también permiten disfrutar de una imagen inimaginable que es la parte superior de las vueltas de la sala Hispóstila. Unas bóvedas que volverán a quedar cubiertas cuando finalicen los trabajos de impermeabilización del techo.
La plaza de la Naturaleza tiene una superficie de casi 3.000 metros cuadrados de arena, un material que filtra el agua de la lluvia, y a través del sistema de drenaje la conduce al interior de las columnas de la sala y la vierte en la cisterna que hay construida justo debajo del parque Güell.
La rehabilitación se enmarca dentro del Plan Estratégico del Parque Güell. La teniente de alcalde del Área de Ecología, Urbanismo y Movilidad, Janet Sanz, asegura que con este plan se pretende “poner en valor todas las dimensiones del parque: patrimonial, cultural, natural y ciudadana”. La cuarta teniente de alcalde asegura que el parque “necesitaba una mirada global para mejorar tanto su aspecto como su gestión”. Sanz prioriza que las intervenciones en la zona se han realizado pensando en los vecinos y, no tanto, en los turistas que diariamente acuden al parque. “Desde el gobierno municipal hemos hecho una apuesta firme para el buen mantenimiento del patrimonio arquitectónico de la ciudad. El Parque Güell es un icono de nuestra cultura, una muestra viva del modernismo y uno de los máximos exponentes de la arquitectura catalana y des del Ayuntamiento invertimos los recursos necesarios para garantizar la conservación”, ha sostenido.
Una de las zonas del parque que están ya finalizadas son las obras que desde finales de enero se realizaron en el área de la bajada de la Glòria. Una zona cuyas obras han afectado, durante meses, a la zona de entrada y salida del parque de aquellos visitantes que procedían de la estación de metro de Vallcarca. Los trabajos han servido para ajardinar una parte importante situada por encima de las escaleras de acceso. El nuevo espacio ha consolidado un mirador de 320 metros cuadrados con vistas al Putxet además de la construcción de explanadas.
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