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Trapero y Forn rechazan ser protagonistas de los actos del 17-A

El exresponsable de la policía catalana ha pedido expresamente que el protagonismo y el reconocimiento lo tengan las víctimas del atentado terrorista

Rebeca Carranco
El exresponsable de los Mossos d'Esquadra, Josep Lluís Trapero.
El exresponsable de los Mossos d'Esquadra, Josep Lluís Trapero.Joan Sánchez

Además de las víctimas, el soberanismo ha centrado el homenaje de los atentados del año pasado en Cataluña en las figuras del mayor de los Mossos, Josep Lluís Trapero, y del exconsejero del Interior, Joaquim Forn. La ANC y Òmnium han anunciado un acto para rendirles tributo frente a la prisión de Lledoners, la tarde del 17 de agosto, aunque los Mossos d’Esquadra, a instancias de Trapero, han pedido que no se use la imagen del mayor ni del cuerpo policial.

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A la cita en Lledoners asistirá también el presidente catalán, Quim Torra, que visitará a los políticos presos. Torra ha aprovechado el aniversario para criticar la “indecencia” de la situación en la que se encuentran los principales gestores de la tragedia. Incluso ha circulado por las redes el imprimible de dos máscaras con las caras de Trapero y Forn, bajo el lema: “Por seguridad, póntela en la nuca”.

Pero tanto Forn como Trapero prefieren quedar en un segundo plano. El mayor de los Mossos ha dejado claro que considera que el 17 de agosto debe ser un día dedicado exclusivamente a las víctimas y rehúye cualquier tipo de protagonismo, aseguran fuentes de su entorno. Incluso, los Mossos d’Esquadra comunicaron ayer oficialmente que el mayor Trapero pide expresamente que no se utilice ni su imagen ni la del cuerpo policial en los actos del aniversario de los atentados. “El protagonismo y el reconocimiento tienen que ser para las víctimas”, dice la policía en el comunicado, en el que también agradece las muestras de apoyo de la ciudadanía por el trabajo realizado durante los ataques.

Forn, encarcelado en la prisión de Lledoners, se muestra agradecido por las muestras de apoyo, que considera espontáneas, pero coincide con Trapero en que el 17 de agosto es un día para “reivindicar a las víctimas”, según explican personas de su entorno. El exconsejero de Interior también pide que se reconozca el trabajo de los Mossos d’Esquadra durante esos días.

La gestión de los atentados del 17 de agosto en La Rambla de Barcelona y de la madrugada siguiente en Cambrils tuvo una cara visible: el mayor de los Mossos, Josep Lluis Trapero. El mando policial informó periódicamente, ante decenas de medios, del avance de la investigación y la persecución de los autores de los ataques. A su lado, solía acompañarle Forn, que había tomado posesión del cargo un mes antes. Los Mossos, con su jefe a la cabeza, se ganaron el crédito y el afecto de buena parte de la ciudadanía.

El fenómeno Trapero llevó a que incluso se creasen camisetas, vasos y chocolatinas con su cara y la frase que espontáneamente le dijo a un periodista —“bueno, pues molt bé, pues adiós”— que se molestó porque respondía una pregunta formulada en catalán en ese mismo idioma. Diversas fuentes atribuyen esos días de éxito mediático de los Mossos y de sus responsables como el principio de la tormenta que asoló posteriormente a la policía catalana, con un centenar de agentes y su máximo responsable encausados por el procés.

Trapero fue considerado un cooperador de los políticos independentistas por parte de la Fiscalía, que pidió su ingreso en prisión preventiva. En noviembre, fue apartado de su cargo como jefe de los Mossos, con la aplicación del artículo 155 de la Constitución, y espera juicio acusado de sedición y organización criminal. En menos de tres meses, el mando policial pasó de ser un referente a ser apartado del cuerpo, relegado a labores administrativas, con el amenazante futuro de poder ser condenado e ingresar en prisión.

El exconsejero Forn sonaba como sustituto de Xavier Trias en el Ayuntamiento de Barcelona cuando tocó apretar las filas en la causa independentista y se puso a dirigir los Mossos, la consejería más caliente esos días por el papel que podía asumir la policía catalana. Forn manejó hasta el final el doble discurso político de que los Mossos permitirían el referéndum, pero obedecerían a los jueces. Estuvo al frente del cuerpo tres meses. Lleva nueve meses en prisión preventiva por orden de la Audiencia Nacional acusado de un delito de rebelión.

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Sobre la firma

Rebeca Carranco
Reportera especializada en temas de seguridad y sucesos. Ha trabajado en las redacciones de Madrid, Málaga y Girona, y actualmente desempeña su trabajo en Barcelona. Como colaboradora, ha contado con secciones en la SER, TV3 y en Catalunya Ràdio. Ha sido premiada por la Asociación de Dones Periodistes por su tratamiento de la violencia machista.

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