_
_
_
_

El Diplocat se reactiva para defender el derecho de autodeterminación de Cataluña

La Generalitat ultima la reapertura de media docena de delegaciones en el exterior, cerradas con la aplicación del artículo 155

Quim Torra con los miembros del plenario del Diplocat.
Quim Torra con los miembros del plenario del Diplocat.Carles Ribas

El Consejo de la Diplomacia Pública de Cataluña, más conocido como Diplocat ha reanudado oficialmente su actividad este miércoles con la reunión de los miembros que forman el patronato de este consorcio público-privado (Generalitat, Ayuntamiento de Barcelona, diputaciones y representantes de entidades e instituciones de diferentes ámbitos). El encuentro, que ha durado poco más de una hora, ha servido para "restituir" este organismo, que fue fulminado a finales del año pasado por el Gobierno de Mariano Rajoy en el marco de la intervención del autogobierno con la aplicación del artículo 155 de la Constitución.

Más información
La Generalitat reabrirá de manera inmediata cinco delegaciones en el exterior
Josep Borrell: “No se puede prohibir el Diplocat”
Torra se dispone a reabrir embajadas y busca cómo recuperar el Diplocat

La restitución del Diplocat, la reactivación de la actividad diplomática y la reapertura de las delegaciones del exterior fue una de las primeras medidas que anunció el nuevo Ejecutivo de Quim Torra. En una velada referencia a unas declaraciones de la exvicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, durante la campaña de las pasadas elecciones generales en que presumió que el Diplocat estaba "en liquidación" gracias al PP, el presidente de la Generalitat ha hecho bandera que el "Diplocat está en restitución".

El objetivo del consorcio diplomático será, entre otros, "explicar al mundo el derecho a la autodeterminación y la pluralidad" de Cataluña. "Y lo haremos desde el equilibrio y el respeto", ha subrayado el consejero de Exteriores, Ernest Maragall. Una de las críticas que recibió el Diplocat, y que sirvió como argumento para su clausura, es que se había convertido en una herramienta de los independentistas para publicitar el proceso soberanista en el exterior.

Paralelamente la Generalitat también ultima la reapertura de las delegaciones en el exterior, también cerradas a raíz del artículo 155. El Gobierno catalán cifra en 750.000 euros el coste del cierre de las llamadas embajadas, principalmente por la indemnización a los trabajadores. Antes de la aplicación del 155 la Generalitat contaba con 78 personas contratadas en siete delegaciones.

El Ejecutivo catalán tiene la intención de tener operativas en septiembre media docena de estas oficinas en localizaciones como Londres, Francia, Roma, Berlín, Ginebra y Estados Unidos. Sus responsables ya han sido nombrados y la voluntad es abrir un concurso para seleccionar el personal de estas delegaciones.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

Maragall ha admitido las críticas vertidas este martes por el ministro de Exteriores, Josep Borrell, de que la Generalitat había abierto ilegalmente algunas delegaciones. Su homólogo catalán ha asegurado que en el futuro seguirán los pasos legales. "No tenemos problema en seguir el procedimiento", ha apuntado Maragall. Y ha incidido en que la cuestión de fondo es si el Gobierno central avala la apertura de estas delegaciones. "Y de momento no han dicho nada, así que se supone que están de acuerdo", ha remachado el consejero.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_