Madrid estrena comisaria del divertimento
El Ayuntamiento nombra a Concepción García como comisionada para la Mesa del Ocio, organismo que desde 2016 trabaja para mejorar la convivencia entre diversión y vecindad
En Madrid la calle tira mucho. “Somos callejeros, como en general en toda España: de toda la vida, la gente sacaba la silla a la calle para tomar el fresco y, de hecho, en algunos barrios se sigue haciendo”, dice Nacho Murgui, concejal de Coordinación Territorial y Cooperación Público-Social. “Pero cuando esa actividad se concentra excesivamente en una zona, se generan problemas”, añade. Las sillas y hamacas de los vecinos en las calles han sido reemplazadas por terrazas, bares de copas o locales que en lugar de diseminarse por toda la capital, se concentra en áreas específicas y generan conflictos. Para intentar solucionarlos, hace dos años se creó la Mesa del Ocio, un espacio de mediación en el que participan Ayuntamiento, vecinos y empresarios del sector. Ahora, “para dotar de impulso a ese organismo”, el Consistorio ha nombrado a Concepción García Herrera comisionada del ocio, cargo que estrena mañana presentando un plan de acción para que el divertimento no amargue la vida del vecindario.
España es un país disfrutón, donde el ocio se entreteje con la vida cotidiana. "Eso es un valor porque con el disfrute fomentamos la integración o la socialización, pero también tiene puntos débiles”, explica García Herrera, que es socióloga. “El principal reparo es que somos muy bulliciosos y cuando tienes toda esa vida a la puerta de tu casa, puede ser problemático. Por eso buscamos cómo conjugar lo positivo que tiene pasarlo bien, con los derechos de los vecinos y vecinas”, añade la comisionada, que en los últimos años ha estado colaborando con la Junta de Distrito de Chamberí.
Las tensiones entre el vecindario y los locales no son nuevas (y no solo hablamos de bares sino también de terrazas, comercios o incluso salas de teatros). En ocasiones los vecinos han denunciado abandono; en otras, los empresarios se han sentido atacados, como cuando, hace cinco años (con Ana Botella, del PP, al frente de la alcaldía) lanzaron la campaña El Ayuntamiento mata la noche. “Vecinos y empresarios llevamos 15 años hablando, pero nunca habíamos tenido un Ayuntamiento que nos acompañara. Estábamos solos y perdidos”, aclara Javier Olmedo, abogado, músico y gerente de La noche en vivo, asociación de salas de conciertos y espectáculos de Madrid. “Necesitábamos política”, agrega.
Respondiendo a esa demanda, en 2016, el Consistorio (gobernado por Ahora Madrid y con Manuela Carmena al frente) creó la Mesa del Ocio. “Se trata de una experiencia innovadora porque sienta a todas las partes (Ayuntamiento, vecinos y profesionales) y les invita a hablar. Fomentamos que se solucionen las cosas a través de compromisos y el aval del Ayuntamiento es muy importante porque evidencia un compromiso. En estos espacios de diálogo y mediación surgen círculos virtuosos de acción-reacción”, opina Murgi.
“Los problemas derivados del ocio habían sido absolutamente olvidados por el Ayuntamiento”, cuenta Enrique Villalobos, presidente de la Federación Regional de Asociaciones de Vecinos de Madrid (FRAVM). “Nunca nos habían mostrado interés ni preocupación hasta la creación de la Mesa. Ahora hemos podido avanzar, más despacio de lo que quisiéramos, pero se ha avanzado”, continúa Villalobos. Para poder profundizar y concretar esos avances, las partes pidieron un interlocutor con el Consistorio, que respondió creando la figura de la comisionada del ocio. “Hacer declaraciones de intenciones es positivo, pero si no metes recursos, la Mesa queda vacía de contenido, que es lo que estaba ocurriendo”, matiza Murgui.
“El ocio engloba todo, pero la noche tiene mucho protagonismo”, apunta la nueva comisaria del divertimento. Lleva tiempo estudiando la situación y mañana presenta su plan de acción: “Queremos crear una oferta dinámica, sensible dentro del marco de la convivencia”, dice García Herrera. Entre otras líneas de actuación, van a fomentar la coordinación entre áreas municipales relacionadas con el ocio; favorecer la descentralización del mismo (como han hecho en el programa de Veranos de la Villa); sistematizar el conocimiento que se tiene del tema (censos de ocio, encuestas, número de licencias…); sensibilizar con respecto al descanso vecinal; concienciar con la seguridad de las mujeres dotando de herramientas a los locales y profesionales del sector para que estén alerta en caso de que identifiquen una situación problemática. “Simplemente buscamos la agradable convivencia”, dice la comisionada, “porque Madrid es una ciudad que vale tanto para vivirla como para disfrutarla”.
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