El icónico templete del arquitecto Palacios volverá a adornar el metro de Gran Vía
Una réplica del original, desmontado en 1970, permitirá acceder a la estación
La Gran Vía está inmersa en varias obras que le cambiarán la cara en los próximos meses: la ampliación de aceras, la instalación de nuevo mobiliario urbano y la modernización de la estación homónima de metro, que conectará con la de Sol bajo tierra. Esta última renovación supondrá la vuelta de un elemento que, aunque nuevo, contiene un siglo de historia: la entrada que diseñó el arquitecto Antonio Palacios cuando Metro de Madrid entró en funcionamiento, en 1919. “Es un templete imponente, muy majestuoso, con una marquesina de vidrio y formado por sillares de granito. Cuando se instale, no va a pasar desapercibido”, explica Carlos Zorita, arquitecto y responsable de las obras en la estación. Una portavoz de la empresa pública confirma que este nuevo acceso se instalará entre las calles de la Montera y Gran Vía, lugar donde pudo verse durante medio siglo.
El icónico templete original permaneció en funcionamiento desde 1919 hasta 1969, cuando se realizaron obras para que la línea 5 de metro también pasara por Gran Vía. En aquella actuación se tapiaron o eliminaron varias partes de la estación —una de las primeras de la red— mientras que en 1970 el templete se desmontó y se envió a Porriño, localidad natal del arquitecto autor de obras como el Palacio de las Comunicaciones o el Círculo de Bellas Artes. El Ayuntamiento de Madrid ha intentado en varias ocasiones recuperar el templete, pero nunca ha sido posible: sigue en el parque de Domingo Bueno de la localidad gallega.
Los trabajos para reformar la estación de Gran Vía, hacerla accesible para personas con movilidad reducida y enlazarla de manera subterránea con intercambiador de Sol se licitaron por 12,7 millones de euros e incluyen la instalación de cuatro ascensores para conectar los distintos andenes de las líneas 1 y 5, el enlace con el tren de cercanías y el nivel de la calle. El templete de Palacios es uno de estos elevadores y su precio será de unos 276.000 euros.
Una portavoz de Metro señala que este proyecto ha requerido “una labor de investigación histórica de este elemento arquitectónico, en la que se han analizado las diferentes fases por las que pasó el templete original, desde su construcción en 1919, pasando por la remodelación que experimentó en los años cincuenta para incluir dos ascensores”. La intención, añade, “es reproducir de la manera más fiel posible la solución original que Palacios proyectó para acoger el punto de acceso a la antigua estación y recuperar su gran valor simbólico”.
Carlos Zorita, responsable de las obras, destaca que aunque el trabajo se basa en “una reproducción exacta con los planos históricos de la época”, en el ascensor original cabían unas 6 ó 7 personas, mientras que en la nueva copia cabrán hasta 16. El elevador tendrá tres paradas: el nivel de la calle, el de los andenes y el pasillo de conexión de cercanías. En su momento, utilizar el ascensor tenía un coste extra, aparte del billete de metro, mientras que ahora será gratis. Se espera que la reforma concluya el próximo año.
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