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Una vieja estación reta a las obras del metro de Gran Vía

Defensores del patrimonio hallan restos del vestíbulo original del arquitecto Palacios y piden incluirlo en el proyecto

Miguel Ángel Medina
Una de las bóvedas originales de la estación de Gran Vía halladas ahora.
Una de las bóvedas originales de la estación de Gran Vía halladas ahora.

El proyecto para reformar la estación de metro de Gran Vía y conectarla de forma subterránea con la de Sol, en el que la Comunidad de Madrid invertirá 15,5 millones de euros, se ha encontrado con una piedra en el zapato. O más bien, con unos muros. La asociación Madrid, Ciudadanía y Patrimonio, tal y como adelantó El Español, ha conseguido fotografías que demuestran que bajo tierra todavía quedan restos de la ampliación de la estación original de Antonio Palacios —autor del Círculo de Bellas Artes y del Palacio de las Comunicaciones—, entre ellos un vestíbulo histórico de 1934. La Comunidad siempre había mantenido que la remodelación de la estación realizada en los setenta había destruido todos los restos originales. El inicio de los trabajos, previsto para marzo, puede verse afectado por el hallazgo.

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“No se pueden iniciar las obras sin salvaguardar estos elementos, porque eso sería ilegal. Este tipo de estaciones de ferrocarril subterráneas anteriores a 1936 están protegidas por la disposición transitoria primera de la Ley 3/2013 de Patrimonio Histórico”, explica Alberto Tellería, vocal técnico de la asociación en defensa del patrimonio. En las fotografías se ve un vestíbulo abovedado de unos cinco metros de ancho, con los azulejos típicos blancos biselados que se usaban en las primeras estaciones del suburbano madrileño, y que todavía se pueden ver en la estación recuperada en Chamberí.

Otro de los espacios hallados en la estación de Gran Vía.
Otro de los espacios hallados en la estación de Gran Vía.

En opinión de Tellería, la Dirección General de Patrimonio Cultural debe paralizar las obras, como hizo con el convento de las Damas Apostólicas, e incluir los nuevos elementos en el proyecto de reforma. “Creemos, además, que quedan restos del ascensor original de Palacios”, afirma.

Sin embargo, un portavoz de Metro de Madrid explica que las obras se licitaron el pasado diciembre por 3,5 millones (más otros 12 para escaleras mecánicas y ascensores) y que no contemplan conservar ninguno de los elementos antiguos. “Cuando se amplió la estación de Gran Vía para incorporar la línea 5 [antes solo daba servicio a la línea 1] se demolió gran parte del pozo donde se encontraban los ascensores originales de Palacios, y tan solo quedó una pequeña parte del vestíbulo, condenado y tapiado”, señala. Los trabajos arrancarán durante el mes de marzo y está previsto que duren algo menos de un año.

La Dirección General de Patrimonio Cultural, también dependiente de la Comunidad, matiza esta idea. “El proyecto se está revisando. Los técnicos han determinado que se puede reutilizar una parte de un vestíbulo antiguo en el nuevo proyecto, pero los demás elementos que quedan son meros restos inconexos sin valor patrimonial”, explica un portavoz del área. En cualquier caso, deja la puerta abierta a que el Ayuntamiento incluya alguno de los restos en el Catálogo de Elementos Protegidos municipal. El Consistorio, por su parte, confirma que la actualización del catálogo “ya está en marcha”, pero no valora este caso concreto ni da ninguna fecha para dicha renovación.

Madrid, Ciudadanía y Patrimonio defiende que todos los restos hallados en la zona —y los que puedan encontrarse más adelante— están protegidos como bienes de interés cultural por la ley regional, y amenazan con denunciar a la Comunidad si no los mantiene íntegramente. “Es perfectamente posible integrar estos elementos en la nueva estación, como se hizo por ejemplo en Ópera cuando se halló la fuente de Caños del Peral, que hoy puede verse como museo”, dice Tellería, que asesoró a Metro de Madrid en ese proyecto.

Plano del vestíbulo de 1934 de la estación de Gran Vía.
Plano del vestíbulo de 1934 de la estación de Gran Vía.

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Sobre la firma

Miguel Ángel Medina
Escribe sobre medio ambiente, movilidad —es un apasionado de la bicicleta—, consumo y urbanismo, entre otros temas. Licenciado en Periodismo por la Universidad Complutense, ha publicado el libro ‘Madrid, preguntas y respuestas. 75 historias para descubrir la capital’. 

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