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Entrevista a Jayne Engle, responsable de Future Cities Canada

“La participación de la gente hará las ciudades menos desiguales”

La urbanista apuesta por ciudades más verdes y quitar espacio al transporte privado

La urbanista Jayne Engle, en Barcelona.
La urbanista Jayne Engle, en Barcelona.Consuelo Bautista

Jayne Engle (EE UU, 1966) está convencida de que es posible construir ciudades inclusivas, sostenibles e igualitarias. Esta urbanista es una de las responsables de Future Cities Canada, una plataforma colaborativa volcada en planificar las ciudades del futuro. Engle apuesta por ciudades más verdes quitando espacio público al coche en beneficio de las personas y los ciclistas, y por la “despolitización” en la planificación urbana. El futuro, dice, lo marcará una nueva “generación de laboratorios de innovación”, que deberán experimentar, regular y transformar las ciudades ante los retos del presente, como el mercado de la vivienda, cuyo precio en Barcelona empieza a expulsar a los vecinos de sus barrios. La entrevista tiene lugar e el Cosmo Caixa, aprovechando que Engle está unos días en Barcelona colaborando con la Fundación de la entidad bancaria en un programa que busca facilitar la inclusión laboral y social de la mujer en la India, Perú y Mozambique.

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Pregunta. ¿Esto será la solución a la gentrificación?

Respuesta. Es parte de ella. Si la gente no tiene capacidad para participar en sus ciudades, no habrá un cambio para que sean más inclusivas y menos desiguales.

P. ¿Cómo surge la plataforma Future Cities Canada?

R. En todo el mundo hay proyectos innovadores, pero se construye igual que en el pasado y no se aplican las innovaciones. Así que apostamos por una nueva infraestructura colaborativa en la que trabajan compañeros de diferentes sectores y de todo el país.

P. ¿Qué necesita Barcelona?

R. Tiene mucha presión turística y empresas como Airbnb hacen que vivir en el centro sea menos asequible. El reto es encontrar el equilibro entre una demanda de 30 millones de turistas al año y la necesidad de tener vivienda social para poder crecer en igualdad. Tenemos que aprender a cómo regular estas plataformas para que la gente se pueda seguir beneficiando de ella, pero sin presiones hacia los más vulnerables.

P. ¿Cómo abordarlo?

R. Desde nuestro programa Ciudades para la gente, de la Fundación McConnell, seguimos de cerca un proyecto interesante que estáis desarrollando aquí. Se trata del B-Income, un programa piloto en un barrio marginal que experimenta sobre cómo lograr una renta mínima universal. Sabemos, por experimentos, que ante esta posibilidad la gente se comporta de manera diferente y se muestra más participativa.

P. Hábleme del concepto de laboratorio urbano.

R. Una red de laboratorios híbridos, que experimenten sobre cómo afrontar los desafíos, nos dará unas urbes más inclusivas y menos desiguales. Las llamadas ciudades inteligentes son las más desiguales. Los vecindarios pobres se empobrecen más. Toronto es un ejemplo. Es la capital de la desigualdad en Canadá. Necesitamos intervenciones para revertirlo.

P. ¿Qué obstáculos hay para estos conceptos participativos?

R. Las instituciones son muy lentas para cambiar. Hay un problema de mentalidad. Aceptamos que no podemos cambiar nuestras ciudades, y no es así. La supermanzana de Barcelona es un ejemplo. Si hay una alta densidad de coches, necesitamos reducir su velocidad para vivir en una ciudad mejor.

P. La alcaldesa Ada Colau se ha encontrado con mucha oposición.

R. Si estas intervenciones se identifican con un partido, el resto se opondrá aunque aporten mejoras. En Montreal pasó algo similar con el cierre de una calle al tráfico.

P. ¿Cuál es el futuro de los coches?

R. Hemos aceptado el uso privado de gran parte del espacio urbano y no debe ser así. En Copenhague consiguieron dejar a un lado el partidismo y a lo largo de 50 años redujeron el tráfico. Fue progresivo, un 2% cada año, para que los ciudadanos se adaptaran.

P. El Ayuntamiento de Barcelona ha recibido muchas críticas por el despliegue de carriles bici. ¿Es necesario hacer cambios y estudios previos?

R. La misma construcción de la infraestructura invita a cambiar el comportamiento. Si construyes carriles bici, tendrás más ciclistas. Si tratas de convencer a la gente antes de construir la infraestructura, creo que no llegarás a acuerdos. Lo ideal es experimentar en un ámbito pequeño antes de hacer una gran inversión.

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