Viaje clásico y fugaz por el teatro

El poeta Virgilio ya alertó hace dos milenios: tempus fugit (el tiempo vuela). La velocidad con la que se viaja en la vida ha evocado innumerables obras literarias. Ha sido una preocupación constante para el hombre y ahora también se ha convertido en el lema de la XVIII edición del Festival de Artes Escénicas de Alcalá de Henares. Desde el 14 de junio y hasta el 8 de julio se desarrollan 52 actividades de teatro, danza, música y cine que convierten a la ciudad complutense en un referente nacional de la cultura gracias a sus clásicos.

Más información

El ‘Don Juan’ de Alcalá, Fiesta de Interés Turístico Nacional

Alcalá de Henares recuerda al cardenal Cisneros con una obra de teatro

‘Hamlet’ en versión electro-pop

“El tiempo es inherente a las artes escénicas. Hablamos de un ritual único e irrepetible porque las obras siempre son distintas: cambian de público, de artistas y nos cambian a nosotros”, indica Carlos Aladro, director artístico de los Clásicos de Alcalá. En su opinión, estos no solo arrancan la temporada estival de teatro, también suponen una oportunidad para acercarse a una ciudad que es patrimonio de la humanidad desde hace dos décadas y de redescubrir a los maestros de las tablas. Desde Lope a Calderón, pero sobre todo Shakespeare.

Los escenógrafos actuales quieren dar una vuelta de tuerca a las obras. “Lo que se propone es una mirada contemporánea sobre el legado de los grandes autores. Este festival da cabida a muchos lenguajes escénicos, desde el flamenco al teatro de vanguardia, y adapta obras clásicas a nuevos formatos”, insiste Aladro. De hecho, este viernes y sábado a las 20.00 el Corral de Comedias se convertirá en una experiencia para el espectador, que viajará por diferentes espacios junto a los protagonistas de La Tempestad, un texto del dramaturgo inglés.

IV centenario de Moreto

Los mismos días, pero una hora más tarde y en el Teatro Cervantes, la compañía Morboria presenta De fuera vendrá quien de casa te echará, una comedia de enredo ambientada en el Madrid del Siglo de Oro. La obra ha sido recuperada en esta edición por el IV centenario del nacimiento de su autor, Agustín Moreto. Pero si hay una representación fetiche en el teatro, esa es la de Hamlet. Alfonso Zurro descubre el sábado a las 21.00 en el Cervantes un montaje que le ha reportado 21 premios. Todas las entradas están disponibles en Internet y en las taquillas de los dos teatros de la localidad. Las funciones oscilan entre la gratuidad y los 20 euros como máximo.

Una humilde propuesta, de la compañía Micomicón, es una de las obras que más expectación despierta. Laila Ripoll, Premio Nacional de Literatura Dramática 2015, estrena en Alcalá este ensayo crítico de Jonathan Swift. Habrá dos pases el sábado y otros dos el domingo: uno a las 20.00 y otro a las 22.30 en la Escuela de Hostelería. El domingo a las 19.00 en el Corral de comedias, el grupo Los Claveles pone en escena Los siete cabritillos, un cuento de los hermanos Grimm para que los más pequeños también puedan disfrutar de sus clásicos.

Otros espectáculos, como Mucho ruido y pocas nueces, tendrán lugar al aire libre, concretamente, el domingo a las 21.00 en El jardín de las palabras. “Los clásicos convierten a toda la ciudad en un escenario”, precisa Javier Rodríguez Palacios, alcalde de Alcalá. Alfonso Palomares adapta para la ocasión un sound party que pasa del chill out a los ritmos fúnebre. Habrá que esperar hasta el jueves a las 20.00 para disfrutar en el Corral de comedias de La parte Yago. María Ruiz, distinguida en esta edición de los clásicos con el premio Fuente de Castalia, dirige un espectáculo unipersonal que aborda la historia de uno de los protagonistas de Otelo, otra obra de Shakespeare. Con un presupuesto de 600.000 euros, aportados por el Ayuntamiento y la Comunidad de Madrid, el festival trata de consolidarse como una apuesta renovadora basada en los clásicos. Solo el tiempo lo dirá.