Desbloqueada la retirada de los restos tóxicos del embalse de Flix
FCC, que dejó los trabajos a medio terminar, se pliega ante Medio Ambiente y Tragsa acometerá la descontaminación
Luz verde para reanudar la descontaminación del embalse de Flix (Ribera d'Ebre). El ministerio de Medio Ambiente ha anunciado este jueves que se ha resuelto el conflicto con FCC, la empresa que inicialmente se adjudicó el contrato de limpieza, pero que abandonó la tarea a medio terminar, y que pasa a ser la compañía pública Tragsa la encargada de higienizar el tramo de río Ebro donde aun yacen 79.300 metros cúbicos de lodos tóxicos. Medio Ambiente apunta que se desbloquea la mayor descontaminación hecha nunca en España, una actuación que suma 44,6 millones a un abultado presupuesto inicial de 138 millones de euros.
El ministerio, a través de la sociedad Acuamed, ha resuelto dejar en manos de Tragsa "la completa eliminación de la contaminación de este embalse". De hecho, la limpieza de los restos químicos que acumula el Ebro a su paso por Flix, provenientes de la histórica planta de Ercros, es un asunto que ya debería estar liquidado desde hace meses tras presentarse, en 2008, como un proyecto de recuperación medioambiental llamado a ser un ejemplo en Europa. Sin embargo, a finales de 2015 FCC dio la actuación por concluída cuando, en realidad, la limpieza estaba a medio terminar. Según destapó El País, directivos de la empresa pública Acuamed y de la constructora FCC manipularon presuntamente informes técnicos y científicos para ocultar que todavía quedaban lodos tóxicos en el pantano.
En los últimos meses el ministerio ha presionado a FCC para que se retirara de Flix y dejara paso a otra empresa que pudiese finalizar los trabajos de limpieza. La negativa inicial de FCC, que ha tratado de defender su diligencia en la actuación, se ha transformado finalmente en acuerdo y Tragsa ya puede empezar a limpiar desde hoy mismo. El plazo de ejecución es de 19 meses.
Las cantidades apreciables de compuestos organoclorados, metales pesados y radionucleidos que detectaron los análisis de agua en Flix amenazan no solo ese tramo de río, sino a todo el curso bajo del Ebro o, lo que es lo mismo, ponen en riesgo a una población de unas 800.000 personas y suponen un peligro para una zona de incomparable valor natural como es el Delta de l'Ebre.
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