Acuamed admite que quedan 80.000 metros cúbicos de lodos tóxicos en Flix
La empresa ratifica que FCC no completó la descontaminación del embalse pese a facturar trabajos por valor de 190 millones de euros
Cerca de 80.000 metros cúbicos de lodos tóxicos permanecen sumergidos en el pantano de Flix (Ribera d'Ebre). El director general de Acuamed, Francisco Javier Baratech, ha admitido este miércoles que, pese a que FCC cobró 190 millones de euros de fondos públicos para limpiar el embalse, los trabajos de descontaminación no se completaron. Acuamed ha asegurado que las tareas de limpieza se reiniciarán en breve y garantiza que no hay peligro de que los materiales tóxicos se filtren al agua del Ebro.
Conocer el estado real de los trabajos de descontaminación del embalse de Flix era una demanda del municipio después de que el mes pasado los técnicos de Acuamed apuntaran que podían quedar lodos tóxicos por retirar. Fue durante una reunión de la comisión de seguimiento de los trabajos de limpieza cuando trascendió que Fomento de Construcciones y Contratas (FCC) había dejado el encargo a medio terminar pese a cobrar una elevada factura: 190 millones de euros. Al conocer la revelación, la Generalitat montó en cólera y el consejero de Territorio Josep Rull acusó directamente al Ministerio de Medio Ambiente de haber estado encubriendo el fraude durante un año. Acuamed es una empresa pública que depende de la cartera que gestiona Isabel Garcia-Tejerina y, según la Generalitat, resultaba obvio que la chapuza de Flix había contado con el consentimiento del Ejecutivo. "Estamos ante otro incumplimiento del Estado", denunció Rull.
Acuamed, por su parte, reaccionó asegurando que "jamás" se dió la obra por terminada. La empresa negó que las conjeturas de la Generalitat, que cifraba el remanente tóxico en al menos 100.000 metros cúbicos, fueran correctas y se comprometió a facilitar un cálculo exacto a corto plazo. Este miércoles, Francisco Javier Baratech, director general de Acuamed, ha estado de visita en Flix y ha cuantificado el residuo que resta por retirar. Los 79.300 metros cúbicos equivalen a más de 30 piscinas olímpicas llenas a rebosar y suponen un 9% del total de lodos tóxicos que yacían en el fondo del embalse.
La actividad de la planta química que Ercros explotó durante décadas delante del Ebro preñó el fondo del rió de metales pesados, entre los que destacaba una alta concentración de mercurio, y radionucleidos, como el uranio. Las altas concentraciones de mercurio detectadas en el agua entre 2001 y 2003 aceleraron las gestiones para limpiar el embalse. Aguas abajo, el Ebro abastece a una población de unas 800.000 personas y los elevados índices de contaminación convertían al Ebro en una bomba de relojería para la salud y el medio ambiente. Baratech ha asegurado hoy que no hay riesgo de que el material contaminante se filtre aguas abajo y, en este sentido, ha puesto de relieve que las barreras que aíslan la zona donde reposan los lodos no se retirarán hasta que la descontaminación no esté definitivamente acabada. Baratech se ha comprometido a que "el tiempo de demora sea el mínimo posible" y ha puesto de relieve que la descontaminación habrá concluido antes de dos años.
Acuamed deja la puerta abierta a que FCC ejecute la obra. Caso de que no haya acuerdo entre las dos sociedades, se hará una nueva adjudicación.
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