Sin rastro de los papeles de una cantera activa en un parque natural
La Sociedade de Historia Natural exige a Industria que busque los planes de labores de la empresa desde 2002 y "depure responsabilidades legales" en la delegación de Ourense
"En Galicia la naturaleza tiene sus caprichos", resume a modo de lema la página de Turismo de la Xunta después de describir la singularidad del Parque Natural Serra da Enciña da Lastra. En este extremo oriental de Ourense atravesado por el Sil, encinas, alcornoques, castaños, olivos, almendros y orquídeas tapizan unas montañas con el alma hueca y poblada de murciélagos. El que en el año 2002 se convirtió en el sexto parque natural gallego y probablemente en el más raro con respecto al resto de la comunidad autónoma concentra dos centenares de cuevas naturales ("palas") y simas, y en ellas algunas de las mayores colonias de quirópteros de la Península. La Sociedade Galega de Historia Natural denuncia que en medio de tanta belleza, en el municipio de Rubiá hay una vieja cantera de caliza que ha recuperado su actividad. La cicatriz del paisaje ha vuelto a convertirse en herida pero ni los ecologistas ni la Valedora do Pobo, que también ha tratado de recabar información, han logrado que la Xunta enseñe los obligatorios planes de labor de la empresa, el requisito mínimo para controlar los trabajos extractivos, que se llevan a cabo en terrenos dentro del ámbito del parque. El presidente de la SGHN, el edafólogo del CSIC Serafín González, alerta en un escrito al conselleiro, Francisco Conde, de que si no ha existido una renovación continuada en la documentación de la actividad la concesión minera debería estar ya caducada.
El primer intento de obtener información oficial por parte de la organización ecologista fue en junio de 2015. La SGHN preguntó por escrito a la Dirección Xeral de Enerxía e Minas por las actividades que contaban con autorización administrativa, ambiental y de explotación, en la antigua cantera situada en la cabecera del arroyo de Pereda, entre la Nacional 120 y la carretera a Vilar de Silva y Pardollán. El grupo esperó más de un año, y a la vista del alarmante silencio en julio de 2016 pidió amparo a la Valedora do Pobo, Milagros Otero, que medió en septiembre. A ella sí le contestaron, pero cuando en enero de 2017 remitió la respuesta recibida a la Sociedade de Historia Natural, el grupo de defensa medioambiental comprobó que faltaba toda la documentación que demostraría que el cráter minero estaba en regla. El escrito de la Consellería de Economía, Emprego e Industria a la Valedora decía textualmente que “según los datos obrantes en la jefatura territorial" de Ourense "el titular" de la cantera "presentó anualmente el plan de labores legalmente exigido" y se realizaron "las correspondientes visitas de inspección por parte de funcionarios".
Ante esta respuesta que no venía avalada con documentos oficiales, ese mismo mes la SGHN reclamó a la Dirección Xeral de Enerxía e Minas que facilitase "en soporte informático" copia de esos “planes de labores legalmente exigidos” presentados “anualmente” por el responsable de la explotación, Canteras del Noroeste. También las actas supuestamente levantadas en las “correspondientes visitas de inspección por parte de funcionarios" desde 2002, después de que en abril de aquel año fuese declarado el parque natural, que incluye el territorio de la cantera. Hasta abril de 2018, la jefatura territorial de Enerxía e Minas en Ourense no respondió al colectivo ecologista, y a pesar del tiempo transcurrido, tampoco esta vez adjuntó la documentación que se reclamaba.
“Cabe destacar que el titular del derecho minero ha venido presentando todos los años los planes de labores reglamentarios según la Ley 22/1973 de Minas y la posterior Resolución de 22 de diciembre de 2008 por la que se aprueba y se hace público el nuevo modelo del Plan de Labores de actividades mineras (DOG nº 20, jueves 29 de enero de 2009)”, aseguraba la tardía contestación oficial. “Todos los años, desde esta jefatura territorial de la Sección de Energía y Minas de Ourense, por medio de un facultativo de esta sección, se han realizado las correspondientes inspecciones técnicas, dando lugar en su caso a requerimientos de subsanación o prescripciones”, proseguía informando. Pero, según denuncia ahora en su escrito al conselleiro la SGHN, aparte de "las coordenadas de los vértices del derecho minero" obtenido en 1987 y "10 planos del plan de labores para 2018", la única documentación facilitada por la Xunta son sus propios requerimientos a la empresa desde 2015: Una serie de "prescripciones" para corregir "diversas irregularidades en la explotación"; otro oficio en el que se reclama "la subsanación del plan de labores de 2016"; otro documento más en el que se exige un "nuevo plan de restauración"; y por último, uno fechado en julio de 2017 encaminado a enmendar el plan de rehabilitación según marca el informe del Servizo de Conservación da Natureza en Ourense.
"En la respuesta de Enerxía e Minas de Ourense se omite toda la documentación de entre los años 2002 y 2015 solicitada", incluido el plan de labores de 2016 del que se habla, señala el grupo ecologista, que decidió estudiar las imágenes aéreas que existen de la cantera (entre 2006 y 2014) del Plan Nacional de Ortofotografía Aérea para comprobar los cambios que se han ido produciendo. Según la Sociedade de Historia Natural, estas fotografías, "descargadas desde la propia página web de la Xunta de Galicia", y por lo tanto también al alcance de cualquier inspector de la consellería, "demuestran" que en la cantera no hubo "ni maquinaria ni actividad alguna" por lo menos "entre los años 2006 y 2011". "Realmente", advierte a Francisco Conde el grupo que preside Serafín González, "no la hubo hasta semanas o meses antes de la imagen de 2014", cuando ya se pueden apreciar a vista de satélite varios vehículos pesados y cambios físicos en el terreno.
Además de estas imágenes, el colectivo cuenta con los testimonios de los vecinos de la zona y propietarios del monte comunal, además de las fotografías tomadas por miembros de la SGHN en sus visitas a este terreno descarnado dentro de lo que es parque natural, ZEC (Zona de Especial Conservación) y ZEPA (Zona de Especial Protección para las Aves).
Ante estas evidencias, la SGHN entiende que la jefatura territorial del Servizo de Enerxía e Minas de Ourense "faltó a la verdad" en sus respuestas a la Valedora y a la organización ecologista, y esta actitud "podría estar sujeta a responsabilidades administrativas o penales". Además, recuerda, la explotación conocida como Pereda nº 295 "podría haber incurrido en causa de caducidad de la concesión" porque, tal y como establece la Ley de Minas, "anualmente deberá presentarse un plan de labores ante el organismo que concedió la autorización". "La falta de presentación de dicho plan", avisa el mismo artículo legal, "será sancionada con multa, pudiendo acordarse, en caso de reincidencia sin causa justificada, la caducidad de la autorización por el organismo que la haya concedido". En el mismo sentido, otro apartado de la ley dispone que las concesiones "se declararán caducadas por mantener paralizados los trabajos más de seis meses sin autorización de la Delegación Provincial correspondiente del Ministerio de Industria”.
Por estos hechos, la SGHN reclama a Francisco Conde que "ordene comprobar la existencia y autenticidad de la documentación que debería haber presentado el titular" de la cantera y que "se depuren las posibles responsabilidades legales" en Enerxía e Minas. También exige que "comiencen los trámites para declarar la caducidad de la autorización" si ha incumplido las obligaciones que marca la ley vigente. En otro escrito registrado igualmente el miércoles, el grupo informa a la Valedora de la "falsedad" detectada en la respuesta dada por la Xunta.
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