Atacada de nuevo con pintura la estatua de Lola Flores en La Almudena
La funeraria municipal confiesa su desconcierto por este acto de vandalismo. "Parece algo personal", dice un portavoz
Alguien se coló en la tarde del jueves en el cementerio de La Almudena y pintó sobre la estatua de Lola Flores que está al lado de su tumba una franja roja, de las cejas al busto. En esta ocasión, el acto de vandalismo se ha centrado en ella. La estatua de su hijo, Antonio Flores, no ha sido pintada ni ninguna otra tumba. Esta vez ha sido distinto a la vez anterior, el pasado verano, cuando tiznaron de pintura roja el panteón de la División Azul y el mausoleo de Calvo Sotelo.
En esta ocasión, la funeraria municipal confiesa su desconcierto con la pintada. "La vez anterior fue claramente un acto de vandalismo. No entendemos por qué emprenderla ahora de nuevo con ella. Parece algo personal", dice un portavoz de la empresa. La familia de Lola Flores no ha sido informada aún de este acto de vandalismo. Lo será a lo largo del día.
Son visibles alrededor de la estatua de Lola Flores las tumbas que fueron pintadas el verano pasado y cuyos titulares no han dado respuesta a las cartas de la funeraria municipal preguntando si querían que se procediera a la limpieza de las mismas. "Entendemos que esta vez ha sido una persona que se ha colado en el cementerio a última hora de ayer", dice la misma fuente. Cerca de la tumba hay en el suelo dos botellines de cerveza de la marca Pony.
La estatua de Lola Flores se encuentra junto al panteón de la familia, detrás de la capilla, tras una hilera de nichos. Es, junto la de su hijo, una de las más visitadas de todo el cementerio, debido a la peregrinación de los admiradores de los Flores. Madre e hijo que fallecieron en mayo de 1995 con solo 14 días de diferencia.
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