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De la sátira a la lucha por una causa social

Una ruta por los monumentos que buscan agitar conciencias

La Falla Mont de Pietat, de Xirivella y su creador, Pascual Ramón Montes.
La Falla Mont de Pietat, de Xirivella y su creador, Pascual Ramón Montes. Monica Torres (EL PAÍS)

Una decena de comisiones han plantado este año fallas dedicadas a una causa social. Son monumentos que no compiten por primeros premios, sino que son el resumen de proyectos gestados a partir de un año de trabajo con alguna organización solidaria. La ruta por las fallas con responsabilidad social es una propuesta diferente para aquellos que optan por salirse de los referentes convencionales.

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Hace cuatro años que el artista Raúl Martínez Chuky y la comisión de la falla Bailén-Xàtiva comparten proyectos con compromiso social orientados a dar visibilidad a iniciativas sociales como el alzheimer o el párkinson. En esta ocasión, fijaron su atención en una campaña orientada a fomentar la integración laboral en sectores sociales con problemas de inclusión. Un proyecto estatal de cruz roja centrado en el humor que contaba con la participación de actores, cantantes, ilustradores y, ahora también, de una falla.

La Falla Mont de Pietat de Xirivella, con el lema Això si és amor, de Pascual Ramón trata de la educación en valores y las iniciativas por la igualdad de género. Han creado escenas de la vida cotidiana en donde prevalece la desigualdad, muy reconocibles por todos. La comisión lleva dos años colaborando con la Coordinadora de Dones per la Igualtat i Violencia de Génere de Xirivella y, entre otras actividades, realizó el pasado mes de noviembre una carrera en la que participó medio millar de personas.

La comisión Mont de Pietat de Xirivella, ha apostado por una falla de niños que sueñan con un futuro de inclusión real, donde no se discrimine a nadie por razón de sexo, país de procedencia o por tener capacidades diferentes, un mundo sin bullying. Colaboran, entre otras instituciones, el Centro de AtenciÛn al inmigrante (CEAR), la Asociación de Ayuda al Pueblo Saharaui y Hayca, dedicada a niños con asperger y autismo.

La Plaza del Collado ha realizado un proyecto que pretende concienciar sobre la preservación del fondo marino y la puesta en valor de la fauna autóctona valenciana a través de la instalación de una especie de acuario. La comisión San Vicente-Amparo Iturbi ha celebrado durante un año iniciativas centradas en los perros, que ha incluido visitas a refugios. También ha creado una comisión fallera canina con 40 perros y actividades para ellos.

La Falla San José de la Montaña propone un monumento accesible a personas invidentes. La comisión Santa María Micaela- Martín el Humano se ha centrado en personas que padecen enfermedades mentales o que est·n en situación de exclusión. La de Sant Joan, en Alzira, ha levantado un monumento construido completamente con materiales sostenibles. Y la de Carrera de Sant Lluís ha destacado la labor que realiza la casa de acogida de la Fundación Ronald McDonald para niños y sus familias que necesitan trasladarse a Valencia para seguir tratamientos médicos.

Junto a estos proyectos, alrededor de un tercio de las comisiones falleras han realizado alguna acción puntual solidaria a lo largo de este ejercicio fallero, hay casi tantas iniciativas como casales.

Además, según datos de Junta Central Fallera, medio centenar de comisiones ha dado un paso más y desarrolla proyectos con continuidad en el tiempo vinculados a alguna causa social. Entre ellas, la lucha contra el cáncer, la distrofia muscular y el trastorno en la conducta alimentaria.

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