Chapuzón digital con los padres transgresores
El Museo de Arte Contemporáneo adquiere su primera instalación, un homenaje de Marcel.lí Antúnez, fundador de La Fura, a Los Esquizos de Madrid
Cuando la dictadura franquista agotaba sus últimos años, un grupo de pintores conocidos como Los Esquizos de Madrid se revolvió contra las convenciones estéticas de la época y derramó color y trazos gruesos sobre lienzos empapados de influencias estéticas de la cultura pop y del cómic. A base de experimentar y recrear sus propias vivencias y contradicciones, abrieron una brecha expresiva por la que se acabó abriendo paso la efervescencia cultural de los ochenta.
Aquellos esquizos, apodo que les dedicaron sus colegas de Barcelona por empeñarse en la pintura figurativa en tiempos de abstracción, son autores respetados como Luis Gordillo, Guillermo Pérez Villalta, Rafael Pérez-Mínguez, Carlos Franco, Manuel Quejido, Herminio Molero o Chema Cobo. Algunas de sus obras reposan en el Museo de Arte Contemporáneo de Madrid, institución dependiente del Ayuntamiento de la capital que ha optado por sacar brillo a esos fondos con la adquisición por 27.355 euros de una instalación dedicada precisamente a bucear en la obra de estos pintores.
La instalación, la primera que compra el museo, lleva la firma de Marcel.lí Antúnez, fundador de La Fura dels Baus y líder artístico durante la primera década de la compañía, que ha hecho de la performance y de la experimentación con vídeo, electrónica y robótica su forma de expresión artística. En conversación telefónica con EL PAÍS, Antúnez explica que el encargo que le trasladó Mª Ángeles Salvador, directora del museo, le ha llevado por un intenso juego de contrastes y coincidencias entre su concepción del arte y la de una generación que “se adelantó a la fiesta de los 80”.
Recuerda Antúnez que Los Esquizos “son los precursores de una forma ver la cultura en España”. Eran artistas “libres, sin ataduras tras el paréntesis de la Guerra Civil”, que no esperaron a que otros abrieran camino. Ahí ha encontrado similitudes con su propia trayectoria, al igual que en el uso del color y en el concepto de pintura expandida, que él aplica en sus creaciones, aunque sin usar lienzos.
De esa pintura que escapa de las limitaciones del formato se alimenta Eskizos, la instalación interactiva que ya se puede visitar en el museo del recinto de Conde Duque. Los personajes de distintos cuadros de Los Esquizos de Madrid y otros inspirados en su obra cobran vida con el rostro de los espectadores sobre una gran pantalla. Para eso es necesario que el visitante introduzca la cabeza en una pequeña caja próxima en la que sus rasgos faciales quedan grabados. La programación que Antúnez ha ideado y aplicado a muchas de sus creaciones hace el resto. “No se activa si tú no participas. Ahí adquiere la obra su sentido”, explica.
Quien no se anime a prestar su cara al arte puede quedarse con la primera parte de la obra, que Antúnez ha denominado Bodega, en la que se ven desfilar por la pantalla, de derecha a izquierda, siete cuadros, acarreados por porteadores, que son el elemento activador de lo que llega después.
La apuesta por arte vinculado a Madrid es uno de los aspectos que el creador catalán destaca de esta experiencia frente a lo que califica como “gentrificación del arte”. En este punto coincide con lo que desde el área municipal de Bibliotecas, Archivos y Museos aseguran estar impulsando en los últimos dos años: “poner en el mapa los museos de Madrid” con una reforma y puesta al día que incluye el de Arte Contemporáneo. Aunque solo está abierta al público una parte del edificio, el plan es que para 2020 todas sus estancias se encuentren operativas.
Eskizos. Museo de Arte Contemporáneo. C/ Conde Duque, 9. De martes a sábado de 10.00 a 14.00 y de 17.30 a 21.00. Domingos de 10.30 a 14.00.
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