Ingeniería en miniatura
La Fundación Juanelo presenta 44 modelos a escala de grandes hitos de la historia de la ingeniería
En el siglo XVI el ingeniero hispanomilanés Juanelo Turriano construyó un endiablado artefacto (conocido como artificio de Juanelo o ingenio de Toledo) que, con su compleja combinación de engranajes, poleas y cucharas, conseguía subir 14.000 litros de agua diarios desde el río Tajo a la ciudad de Toledo, salvando un desnivel de 100 metros. Hoy el agua se distribuye con otros métodos (quizás menos sofisticados) y el artificio de Juanelo no existe, pero podemos seguir observando su genialidad (fue considerado uno de los grandes inventos del Renacimiento) en forma de maqueta (donada por la Diputación de Toledo). "Y ni siquiera estamos seguros de que funcionara de esta manera", dice Bernardo Revuelta, gerente de la Fundación Juanelo y comisario, junto con Pedro Navascués, de la exposición Maquetas y modelos históricos. Ingeniería y construcción, que se puede ver en el centro cultural Conde Duque hasta el 17 de septiembre.
"La ingeniería no se ha considerado un valor patrimonial, como la arquitectura, y no se ha acostumbrado a conservar todo aquello que se quedaba obsoleto", explica Revuelta; con esta exposición, organizada por la Fundación con apoyo del Ayuntamiento, se trata precisamente de rescatar, en forma de maqueta, estos grandes hitos de la historia de la ingeniería. En total, un conjunto de 44 modelos a escala únicos realizados durante los últimos dos milenios, porque esto de mostrar la imagen tridimensional de un nuevo proyecto es una práctica que se lleva a cabo desde “tiempo inmemorial y en todas las culturas”. Precisamente la Fundación Juanelo es una institución privada cuyo fin es la divulgación y estudio de la historia de la ciencia y de la técnica, con especial atención a la historia de la ingeniería. Estas maquetas son bonitas, pero, además, tienen un importante valor documental que incluye matices que la información escrita o gráfica no puede contener.
Por ejemplo, el faro de Buda del Ebro (conservado por la Universidad Politécnica de Madrid, UPM), una de las maquetas estrella de la muestra, que, diseñado por Lucio del Valle (entre el modernismo y el futurismo), construido en hierro y de 53 metros de altura se llevó a la Exposición Universal de París de 1867 (veinte veces más pequeño) para sacar pecho ante el mundo. "Una de las funciones de las maquetas era hacer propaganda en este tipo de exposiciones, pero también la enseñanza, los cálculos o la ayuda a la construcción", dice el comisario.
En las lejanas aguas del Niágara hay un transbordador aéreo diseñado por el ingeniero español Leopoldo Torres Quevedo, que salva, desde 1916, los más de 500 metros que separan las dos orillas en territorio canadiense: aquí (la maqueta la aporta la UPM) se pueden observar sus complejidades, como también las de otro tipo de puentes de fábrica, de hierro o colgantes, algunos desaparecidos, como el de Neuilly, sobre el Sena, en París, diseñado por Perronet: solo existe en maqueta y se puede ver en diferentes momentos de su construcción.
Se registran las obras de construcción de la estación de metro de la Puerta del Sol en los años 40, objeto de otra detallada maqueta donde la tierra se abre, salen a la luz los trenes subterráneos (las venas abiertas de la ciudad) y se detallan los comercios de las aceras de la época. Otra maqueta de interés urbanístico es el modelo topográfico del puerto y la villa de Gijón. Entre los motivos más clásicos están el acueducto de Segovia, el puente de Alcántara o la armadura de la cubierta de platea del Teatro Real, una maqueta que hasta fue utilizada para hacer cálculos de resistencia de materiales. También el depósito de agua en altura del Canal de Isabel II que resultará familiar a quien lo haya visitado recientemente, ahora convertido en sala de exposiciones. Otras de las instituciones que han aportado material a la exposición son Patrimonio Nacional, el Museo del Ejército de Toledo, el Museo Naval de Madrid o la Confederación Hidrográfica del Ebro.
Los medios digitales, como sucede en tantos otros sectores, son un duro competidor para las maquetas. "Existen nuevos métodos de cálculo y formas de representación virtual que hacen que
cada vez se utilicen menos maquetas", dice Revuelta. En esta exposición se encuentran algunas de las mejores, para no olvidarse de estos artilugios en los que la mirada y la imaginación pueden perderse durante largo rato viajando en el tiempo y la inteligencia.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.