La destitución de Mato abre una crisis en el gobierno de Carmena

La alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena, destituyó este lunes a Carlos Sánchez Mato como responsable del Área de Economía y Hacienda, después de que el edil anunciara que no apoyaría el plan de ajuste municipal. Mato (IU) lideró la pugna con el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, para no aplicar el techo de gasto, que desembocó en la intervención de las cuentas de Madrid. Antes de que escenificase su desacuerdo con los recortes, la regidora lo destituyó y nombró en su lugar a Jorge García Castaño (Podemos). "No puedo permitir que el edil de Hacienda no apoye su propia propuesta", argumentó Carmena.

Manuela Carmena mencionó este lunes por primera vez la palabra "crisis". No se refería a su gobierno, sino a sus relaciones con el ya exconcejal de Hacienda. El edil había protagonizado anteriormente una dura pugna política con Cristóbal Montoro: se negaba a someterse a la ley y a ajustar las cuentas municipales. Además, su anuncio de no respaldar el plan con el que el Ayuntamiento espera salir de la espiral de la intervención de Hacienda colmó el vaso de la paciencia de Carmena. Para justificar su decisión, la regidora habló de la necesidad de "volver a la normalidad".

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"El señor Sánchez Mato me manifestó que, a pesar de haber presentado él la propuesta del nuevo plan económico, no lo quería aprobar y que se iba a ausentar de la votación. No puedo permitir que el concejal de Hacienda no apruebe la propuesta que él mismo ha dirigido al pleno", dijo la alcaldesa.

El nuevo plan de ajuste (el cuarto en dos años) prevé que el Consistorio cumpla con el techo de gasto en 2018. A cambio, Hacienda flexibilizará sus exigencias para 2017 (permitiendo sobrepasar el gasto en 100 millones) y retirará sus recursos contra las maniobras financieras del gobierno local (calculadas en 274 millones), que considera ilegales. El Consistorio, por su parte, recortará los 564 millones que le reclama Montoro.

Todas estas cifras fueron rechazadas por Sánchez Mato y otros cinco ediles de Ahora Madrid (Mauricio Valiente, Yolanda Rodríguez, Montserrat Galcerán, Pablo Carmona y Rommy Arce). A estos ediles, que forman parte del llamado grupo crítico, se sumaron otros tres concejales (Guillermo Zapata, Celia Mayer y Javier Barbero), que amenazaron con abandonar el ejecutivo.

El conflicto interno estalló en la votación sobre el plan financiero, aunque en el trasfondo está la pugna por la lista para las elecciones de 2019. Ahora Madrid es una coalición que gobierna en minoría desde 2015, y los representantes de las siglas menores, como Ganemos e IU, temen sucumbir a un acuerdo entre Carmena y Podemos para los comicios.

Esta coalición, que suele apoyarse en los votos del PSOE para sacar adelante sus iniciativas, tuvo que acudir a los votos del PP. El PSOE y Ciudadanos, en cambio, rechazaron la medida por los recortes y por la mala gestión de la "crisis" —termino recurrente en los debates del pleno— en las negociaciones del Ayuntamiento con Hacienda.

En el pleno de este lunes también se estrenó el nuevo edil de Economía, Jorge García Castaño, un sociólogo que milita en Podemos, pero con una larga trayectoria en la propia IU como diputado y concejal. García Castaño defendió que gracias al nuevo plan se podrán poner en marcha inversiones paralizadas.

La salida de Sánchez Mato es la segunda en un año en el gobierno de Ahora Madrid. En marzo, la alcaldesa destituyó a Celia Mayer del Área de Cultura, pero siguió siendo concejal. Su cese se suma a la salida de la exgerente de la ciudad, Carmen Román, responsable de todos los funcionarios del Ayuntamiento.

Como Mayer, también Sánchez Mato descartó dejar su acta. Lo que ocurrirá, adelantó Carmena, será una "reorganización" del gobierno, con la posibilidad de que Sánchez Mato herede uno de los dos distritos controlados por Castaño: el de Centro o el de Chamberí.

Carmena añadió que la decisión del cese se tomó el domingo, cuando IU exigió a sus ediles que se ausentaran del pleno. Aun así, fuentes municipales explicaron a EL PAÍS que la destitución estaba sobre la mesa desde el viernes. La alcaldesa, además, aprovechó el día para trazar los puntos de su calendario ante las elecciones de 2019 y remarcar su intención de "despolitizar" Ahora Madrid para que vuelva ser una "candidatura vecinal".

De no recuperarse ese espíritu de 2015 —y que posiblemente se traduzca en una mayor influencia de la regidora en la lista electoral—, parece difícil que Carmena se decante por repetir, tal y como desea Podemos. El pleno del próximo jueves, con la votación sobre las ordenanzas fiscales, resolverá las dudas sobre la profundidad de la crisis interna.