Más de 500 vigilantes de metro llevan desde noviembre sin cobrar
Los empleados, contratados por la empresa Seguridad Integral Canaria, no han recibido el último sueldo y algunos tampoco el de octubre
Unos 560 trabajadores de seguridad del metro de Madrid llevan meses de conflicto con Seguridad Integral Canaria (SIC), una de las tres empresas subcontratadas para la vigilancia del suburbano. Todos los agentes de la empresa no han cobrado el mes de noviembre y entre 60 y 100 de ellos llevan sin percibir sus salarios desde octubre, según denuncia Unión Independiente de Trabajadores (UIT), un sindicato formado por los propios trabajadores de SIC.
Los empleados de SIC temen que la empresa abandone la capital sin pagar las nóminas atrasadas, ya que no se ha presentado en el próximo concurso público y el contrato expira el 31 de enero. Esto supondría para los vigilantes de cuatro o cinco meses sin recibir el salario. Desde Seguridad Integral Canaria aseguran que "están haciendo todo lo posible en varios frentes para normalizar los abonos de salarios y esperan una solución en breve".
La empresa, al cargo de la seguridad en las zonas suburbanas 1, 2 y 5 desde agosto de 2013 (incluyen a las líneas de metro 2, 3, 4, 5, 8, 10, 12 y 1 de metro ligero), lleva desde 2015 replegando sus actividades hacia Canarias. Ese mismo año, el Tribunal Supremo invalidó un acuerdo que la empresa había realizado con parte de la plantilla para apartarse del convenio colectivo del sector de la seguridad privada en España. Los directivos de la empresa aseguraron que con las nuevas condiciones no podían mantener sus actividades en la península.
Los impagos han movilizado a los vigilantes de seguridad, muchos de ellos en una situación económica precaria. El sindicato UIT lleva desde el pasado 11 de diciembre apostado junto al metro de Puerta del Sur recogiendo comida y juguetes. "Tenemos compañeros que no pueden aguantar hasta la semana que viene. Tienen la nevera vacía", afirma Manuel Ruiz Álvarez, presidente de la UIT y uno de los trabajadores que no cobra desde octubre. Tiene dos hijos de tres y seis años, y de momento consiguen mantenerse gracias a unos ahorros y al sueldo de peluquera a media jornada de su mujer, que no cobra más de 500 euros.
Más complicado es el caso de Débora Moncó y José Arturo Váldez, un matrimonio afincado en la localidad de Arcicóllar, a 50 kilómetros de Madrid. Los dos trabajan para SIC y no cobran desde octubre. Tienen a un niño de 12 años y un bebé de 16 meses. Moncó afirma que apenas pueden pagar la gasolina. "De momento nos mantenemos mendigando de la familia", explica. Dicen no tener ninguna esperanza de recuperar sus nóminas.
Daniel Galán decidió ponerse en huelga de hambre el pasado 11 de diciembre para llamar la atención sobre el problema. "No nos pagan ni tienen intención de hacerlo, he optado por la única manera en la que se puede hacer algo dentro de la legalidad", afirmó en un vídeo difundido por las redes sociales en el que afirmaba además que estaría "hasta que el cuerpo aguante", para que "todo el mundo se entere de lo que puede hacer una persona por reclamar sus derechos, su salario y su dignidad". Vive en Toledo con su mujer y sus dos hijas. Aguantan gracias al salario de su mujer, que trabaja en el ayuntamiento.
Desde la consejería de Transportes aseguran que se va a intentar rescindir el contrato con Seguridad Integral Canaria antes de que este finalice y que van a retener el aval, de unos dos millones de euros, para compensar los salarios retrasados. También recuerdan que el consistorio tiene pensado introducir en el próximo pliego de condiciones una cláusula que obligue a las empresas a cumplir con el convenio colectivo a costa de rescindir la subcontratación. La concesión original a las empresas de seguridad del metro expiró el 31 de julio, pero fue prorrogado hasta el 28 de noviembre en vistas a cambiar ese pliego.
Los vigilantes de SIC llevan en huelga indefinida desde el 10 de noviembre, pero al tratarse la vigilancia suburbana un servicio esencial, los servicios mínimos deben alcanzar en torno al 90%. Ruiz Álvarez asegura por su parte que entre el 70% y el 80% de la plantilla no está trabajando porque han sido dados de baja médica y sus puestos no están siendo cubiertos por la empresa. El responsable de prensa de Metro Madrid, Paco Olaya, niega que sea cierto y que exista un problema con la seguridad en el metro. "Se ha podido producir algún descubierto puntual, pero la seguridad en Metro está garantizada", afirma.
Galán subraya que este fenómeno va más allá de la estrategia sindical. “No es solo por cumplir la huelga. En nuestro trabajo estamos sometidos a mucha presión y encima tenemos riesgo de que alguien nos haga daño. Si a eso le sumas que no cobras desde hace dos meses, eso provoca mucha ansiedad y problemas”, recalca. Ruiz Álvarez coincide con que se están produciendo múltiples casos de problemas psicológicos entre los trabajadores. "Ya casi duele más la falta de información, el levantarte por la mañana y mirar tu cuenta por si esta vez has cobrado. Es una ansiedad difícil de aguantar".
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