El gobierno de Colau y el PSC se tambalea por el artículo 155

El apoyo del PSOE a la aplicación del artículo 155 amenaza el ejecutivo municipal de la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, que gobierna con el PSC. Con la oposición independentista en el Ayuntamiento presionando desde hace semanas para que rompa con el partido que apoya la intervención de Cataluña, Colau tiene malestar también en su partido y en su equipo. Ayer la alcaldesa elevó el tono y afirmó que su gobierno abrirá un “período de reflexión” si el PSC no se desmarca del 155.

Hasta el viernes, Colau y su socio, el socialista Jaume Collboni, defendían que su pacto de Gobierno explicita que se circunscribe a Barcelona y que las cuestiones “nacionales” quedan al margen. En algunos plenos, incluso han votado por separado en mociones sobre el proceso soberanista y sin que se haya abierto ninguna brecha.

Pero mientras el PSC repite que no quiere romper el pacto y da por bueno el argumento de que solo afecta la política local; el pasado viernes la alcaldesa ya admitió que su partido, Barcelona en comú, debatirá el próximo martes sobre la cuestión. E instó al PSC a desmarcarse del apoyo del PSOE al 155. En este sentido, recordó que el ex presidente de la Generalitat, José Montilla, es senador del PSC y le apeló a considerar su apoyo a la intervención. Fuentes próximas al ex presidente explicaron que no se pronunciará hasta que llegue la votación en el Senado.

La eventualidad de romper el pacto es un plato de mal gusto tanto para Colau como para el PSC. Los cuatro concejales socialistas han ganado visibilidad estando en el Gobierno; y el equipo de la alcaldesa, en minoría con solo 11 concejales de 41, ha ganado en estabilidad y ha podido delegar áreas y distritos. Sin los concejales del PSC dependería todavía más de los tres partidos independentistas: PDeCAT, ERC y la CUP para aprobar cualquier iniciativa.

Ayer, Collboni insistió en que el apoyo del PSOE al 155 “no” hace peligrar el pacto. Collboni habló antes de la comparecencia en la que el presidente del Gobierno dio detalles de la intervención de Cataluña. Y eludió responder a la pregunta de si es partidario del aplicar el 155. En cambio, apeló al diálogo y pidió al president Carles Puigdemont que convoque elecciones al Parlamento catalán.

El jefe de filas de los socialistas en el Ayuntamiento defendió el pacto con Colau. “Estamos satisfechos con la gobernabilidad de la ciudad, el Ayuntamiento de Barcelona es uno de los espacios más transversales y plurales que existen, somos uno de los últimos puentes y nuestro compromiso es preservarlo porque da estabilidad a la ciudad”. El socio de Colau también celebró la reunión mantenida el viernes por el líder de los socialistas catalanes, Miquel Iceta, con el presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont.

Colau fue muy dura ayer en su intervención durante la manifestación, a la que acudió con cinco de sus concejales. Aseguró que ayer fue “el día más terrible de los últimos 40 años. La intervención de las instituciones es terrible”. La alcaldesa insistió en su ruego de que el PSC no apoye el 155 y celebró que algunos alcaldes se hayan desmarcado de la intervención.