Un 20% de los coches de Barcelona no podrá circular cuando haya contaminación
La mayoría de los 130.000 vehículos son turismos diésel y tienen 8,4 años de antigüedad
Sabíamos que, a partir del 1 de diciembre de este año, los vehículos más contaminantes no podrán circular dentro de las rondas de Barcelona cuando haya episodios de contaminación. Una restricción que será permanente a partir de 2019. Lo que no sabíamos es a cuantos vehículos afecta: son una quinta parte de los que circulan (130.000 de 650.000), los que no tienen etiqueta ambiental de la Dirección General de Tráfico (DGT) porque contaminan demasiado. Lo revela un informe realizado por el RACC, el Ayuntamiento de Barcelona y el Área Metropolitana, el primero que analiza el parque de vehículos en función de sus emisiones.
El estudio radiografía el parque circulante: una categoría más fiable que la del parque matriculado, porque muestra los vehículos que hay realmente en circulación. En este sentido, se constata que los vehículos nuevos se utilizan mucho más que los viejos, un factor “muy remarcable” en los turismos, señalaron los autores del trabajo ayer durante su presentación. Para realizar el estudio, se han medido las emisiones de más de 92.000 vehículos, una muestra estratégicamente escogida en 31 puntos de Barcelona y su área metropolitana: vías de acceso, rondas y calles de la ciudad.
Dentro de las rondas, que comprenden Barcelona y cinco municipios, la mayoría de vehículos son turismos (el 57%), seguidos de furgonetas (13,5%), motos (11,5%), taxis (10,2%) y camiones (5,7%).
Del total, el 20% no tiene etiqueta: son los que se verán afectados por las restricciones puntuales en 2018, que serán permanentes a partir de 2019. Pero las afectaciones van por familias: los taxis, por ejemplo, apenas se verán afectados, porque el 98% tiene etiqueta de la DGT. Los más afectados serán las furgonetas (el 25% no tiene etiqueta) y en medio están los turismos, el 22,6% sin etiqueta.
En las vías rápidas del área metropolitana que sirven para entrar y salir de la capital (la C-32, A2, Túneles de Vallvidrera, B-30, C-58 y C-31), los turismos representan el 72% de los vehículos que circulan, seguidos de las furgonetas (14,8%), los camiones (7,4%) y motos (3,5%). Del total, son una cuarta parte los que no tienen etiqueta.
El trabajo también analiza la antigüedad media del parque circulante y concluye que es mayor cuanto más nos alejamos del centro. Esto se explica por la gran presencia de taxis (que registran las menores antigüedades, 4,2 años) de las rondas hacia el centro de Barcelona. En la ciudad, la antigüedad media de los vehículos es de 7,9 años; y fuera de la ciudad de 8,4 años. De lejos, los vehículos más antiguos son los camiones, que superan la década circulando. La media de edad de los turismos es de 8,4 años.
El estudio también muestra que pese a ser más contaminante el diésel todavía manda como combustible en todas las categorías de vehículos. Lo utiliza el 64% de los que circula por Barcelona (un 96% cuando hablamos de furgonetas) y el 72% de los que circulan por el conjunto del área metropolitana. Los vehículos eléctricos son testimoniales y los híbridos comienzan a tener peso (3,3% del total) de las rondas hacia el centro.
Rentas bajas, las más afectadas
El director técnico de la Fundación del RACC, Lluís Puerto, lamentó que el Área Metropolitana de Barcelona fijara las restricciones antes de tener la foto del parque automovilístico. “Ahora podremos afinar más”, dijo y subrayó que las rentas más bajas serán “las más afectadas por las restricciones de circulación”. En este sentido, pidió que los vehículos de tres o más ocupantes puedan circular aunque no tengan etiqueta ambiental.
El director de Movilidad de la AMB, Joan Maria Bigas, señaló que el estudio “avala que las furgonetas, ampliamente extendidas” son vehículos sobre todo diésel (el 96%) y con una antigüedad que supera los siete años y medio.
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