El pluriempleo en la región alcanza la cifra más alta de la última década

C. S. son las iniciales de una madrileña de 52 años, separada y con hijos a su cargo, que se dedica a la limpieza de edificios y prefiere no dar su nombre para no tener problemas con sus jefes. Cuenta que, hace unos años, la empresa para la que trabaja le recortó de pronto las horas semanales de jornada y, con ello, el sueldo: de unos 700 euros al mes pasó a cobrar unos 450. Así que no le quedó más remedio que buscar hasta encontrar otro contrato de jornada parcial para volver a completar sus ingresos. Ahora, aunque gana un poco más entre los dos empleos (770 euros), el valor por cada hora de trabajo se le ha devaluado ligeramente. En todo caso, asegura que prefería recuperar la tranquilidad de antes: “Claro que me gustaría volver a tener un solo trabajo, pero es que no hay”.

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Tras la caída del pluriempleo durante la crisis (en un contexto de caída brutal de todo el empleo en general), en la Comunidad de Madrid las cifras volvieron a repuntar con fuerza en el año 2012, justo con la entrada en el régimen general de miles de trabajadoras del servicio doméstico, que además hizo aflorar, al menos, una parte de la economía sumergida que aún existe en el sector. Así, los madrileños pluriempleados (tanto los que tienen dos contratos distintos por cuenta ajena, como los que tienen uno y trabajan además por cuenta propia, como autónomos) han pasado de 75.796 en 2011 a 110.688 (21.917 de ellos en el servicio doméstico).

El Gobierno regional insiste en que la incorporación de las empleadas de hogar (sobre las que la propia estadística ofrece información desagregada) y la mejoría económica son las razones del repunte y que, además, el empleo en general se está recuperando más rápidamente de lo que avanza el pluriempleo, asegura una portavoz de la Consejería de Economía. Sin embargo, mientras los afiliados a la Seguridad Social han crecido desde 2012 en torno a un 6% (un 9% en la parte de trabajadores por cuenta ajena), el pluriempleo, sin contar el servicio doméstico, ha crecido un 18%.

De hecho, los sindicatos vinculan claramente esta situación a un mercado laboral precario con sueldos bajos y demasiados contratos a tiempo parcial, que han pasado de ser el 18% en 2102 al 23% en 2016. “La reforma laboral de 2012 sacó a miles de personas del empleo estable y a tiempo completo que tenían y les dejó en la calle en situación de aceptar cualquier trabajo que les ofrecieran”, asegura Isabel Vilabella, secretaria de Relaciones Laborales y Formación UGT Madrid. Sostiene que para los empresarios, este tipo de contratos a tiempo parcial puede ser más beneficioso porque se ahorran los tiempos de descanso de los empleados, obligatorios para jornadas a partir de seis horas diarias. Esta situación, añade, se ceba en áreas del sector servicios como la limpieza, la asistencia a domicilio, la atención a dependencia o el cuidado de niños.

A. B. es una joven que, al borde de la treintena, asegura que solo ha conocido la precariedad laboral desde que salió de la universidad. “Siempre he tenido dos y hasta tres trabajos porque con uno solo no me alcanzaba para vivir”, dice esta madrileña adoptiva que lleva años encadenando empleos de cuidado de niños o de actividades extraescolares y que ahora trabaja en un colegio una parte de la jornada y la otra media en un trabajo relacionado con el turismo. Por sueldo, quizá podría ya quedarse con uno solo, pero no se atreve porque ninguno es indefinido, lo que significa que corre el riesgo de quedarse sin ellos en algún momento no muy lejano.

Temporalidad

Francisco Aranda, portavoz de Ceim, admite que existe una relación entre temporalidad y pluriempleo, pero resalta esto no tiene por qué estar necesariamente ligado a un mercado de trabajo en crisis. Echando un vistazo al resto de países del continente, argumenta, el pluriempleo “tiende a ser mayor donde los salarios son más elevados y el paro es más bajo” y donde hay menos paro como en Alemania o Austria. “Curiosamente, España también se comporta en este caso de manera diferente. Por eso decimos que hay que modernizar nuestro mercado de trabajo para que sea más inclusivo, sin abuso de la temporalidad, con menores costes laborales (no salariales) y con políticas de empleo especialmente dirigidas a los colectivos de difícil inserción”, señala Aranda.

Las cifras concretas, lamentablemente, son de muy difícil comparación en este caso, pues los organismos europeos y españoles utilizan metodologías diferentes (algunos se basan en encuestas, otros no cuentan a los autónomos que además trabajan por cuenta ajena). Sin embargo, los documentos de trabajo de la Seguridad Social suelen despachar el asunto desde hace años diciendo que la media está todas las personas con varias afiliaciones a la vez, sea el régimen que sea, está en torno al 3%. Mientras, los 110.000 de la Comunidad de Madrid suponen cerca del 4% de la afiliación, y en Andalucía, que hacen el cálculo de forma similar, es del 3,5%.

Desde la Consejería de Economía insisten en que, dejando fuera una vez más al servicio doméstico, las cifras son todavía mejores que en el pico más alto de la última década, en 2008, cuando el pluriempleo era el 3,57%, frente al 3,07% actual (el otro punto porcentual serían las empleadas del hogar). Además, recuerdan que el empleo en la región está creciendo con fuerza y que la tasa de temporalidad (12,6%) es la segunda más baja de toda España.