Un déficit de 8,4 millones pone en jaque al hospital de Reus
El dirección del centro ultima un paquete de medidas para dar viabilidad al complejo sanitario
Las cuentas no salen en el hospital Sant Joan de Reus (Baix Camp). El centro sanitario, propiedad de la empresa municipal Sagessa —investigada por presuntos pagos irregulares en el marco del caso Innova—, ha cerrado 2016 con un agujero de 8,4 millones de euros. La empresa prepara un plan de viabilidad para aliviar el déficit pero no aclara qué medidas tomará. Por lo pronto, el comité de empresa alertó ayer de que Sagessa ha puesto sobre la mesa de negociación del convenio colectivo, dejar de pagar algunos complementos salariales.
La mala salud de las cuentas del Sant Joan de Reus no es nueva. En 2015, el hospital, que tiene un presupuesto de 88,8 millones, ya generó un déficit de 3,1 millones. De hecho, el centro tuvo que recurrir en 2016 a fondos reservados de su filial Gecohsa, que gestiona el hospital Móra d'Ebre, y desviar cuatro millones para aliviar el déficit del centro de Reus.
Pero las cuentas siguieron sin salir. Según un portavoz, “la regularización de la concertación con el Servicio Catalán de la Salud (CatSalut) ha sido negativa, de menos 1,5 millones”. Esto significa que, pese a que el Departamento de Salud les contrató más actividad para mejorar su presupuesto, el hospital no ha hecho todas las operaciones e ingresos por los que le pagó el CatSalut. Además, indicó este portavoz, también se han tenido que subsanar “unas incidencias” por valor de 600.000 euros y no ha podido computar en las cuentas una partida de 1,2 millones del Ayuntamiento.
En cualquier caso, el déficit de 8,4 millones en 2016 ha puesto sobre las cuerdas al hospital. La empresa tiene dos meses para poner solución al agujero económico. La presidenta del consejo de Administración, Noemí Llauradó, descartó volver a recurrir a los fondos reservados de Gecohsa u otras empresas municipales que sí tienen beneficio, como Aigües de Reus o los servicios funerarios, para solventar su situación. “Se tienen que implementar mejoras desde dentro del centro”, apuntó.
Un portavoz de Sagessa aseguró que “en la solución han de participar tres agentes”: el CatSalut, contratando más actividad; el Ayuntamiento, que ya les ha condonado el IBI; y el hospital, a través del paquete de medidas de reequilibrio que prepara la empresa.
El comité de trabajadores teme más recortes. En la negociación del convenio, Sagessa ya ha admitido que no podrá asumir complementos salariales como los pagos por objetivos y que quiere congelar el plus por antigüedad.
En el aire queda también la intervención del CatSalut. El comité pide que Salud se haga cargo del hospital. La empresa, por su parte, ve “conveniente” que el CatSalut tenga unas sillas en el consejo de Administración siempre y cuando la titularidad siga en manos de la empresa municipal. Salud no descarta ninguna fórmula.
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