PP y PSOE exigen que Matadero mantenga los nombres de Aub y Arrabal
La portavoz popular considera su retirada una "ofensa" y la socialista un "error tremendo"
Los grupos municipales de PSOE y PP en el Ayuntamiento de Madrid han pedido este lunes a la delegada de Cultura, Celia Mayer, que mantenga los nombres de Max Aub y Fernando Arrabal como denominación de dos de las salas teatrales del complejo cultural Matadero. La portavoz de Cultura del PP, Isabel Rosell, ha exigido su “restitución inmediata”, pues considera que la medida supone una “ofensa gratuita”. La socialista Mar Espinar reclama “un paso atrás" en la retirada de "nombres consolidados en espacios culturales de la ciudad”.
Tal como publicó el sábado EL PAÍS, el nuevo equipo de dirección de los escenarios de Matadero, encabezado por Mateo Feijóo, va a eliminar los nombres de Max Aub y Fernando Arrabal para recuperar los que tenían cuando funcionaban como salas de despiece, Nave 10 y Nave 11, respectivamente. “Con todo mi respeto a otras ideas, cambiarlos por los que parecen haber sido propuestos me parece, sin duda, un error tremendo”, ha subrayado Espinar. "Hablamos de dos personalidades indiscutibles las ponga quien las ponga. No se puede emplear la cultura como un elemento de ruptura constante", insiste la socialista en declaraciones a EL PAÍS.
Por su parte, la portavoz popular ha recalcado que “la decisión de Mayer y su equipo es una ofensa gratuita a dos de nuestros grandes dramaturgos y una manifestación más del sectarismo y la ignorancia de los actuales responsables de Cultura en el Ayuntamiento de Madrid”. Rosell ha instado a la alcaldesa Manuela Carmena “a desautorizar a su delegada de Cultura y reclamar a Mayer que pida disculpas públicamente a los familiares de Max Aub y a Fernando Arrabal" por lo que considera "un atropello cultural”.
Tras conocer la noticia, Fernando Arrabal y la Fundación Max Aub enviaron sendas cartas a Carmena para perdirle que intervenga y detenga el cambio de denominación. Destacadas figuras de la cultura y las artes escénicas han elevado también durante el fin de semana protestas en redes sociales, medios de comunicación y otros foros.
Rosell, por otra parte, ha querido dejar claro que estas dos denominaciones fueron aprobadas en 2015 por el Consejo de Administración de Madrid Destino, cumpliendo la legalidad, a propuesta de Juan Carlos Pérez de la Fuente, entonces director de las salas. “No queremos pensar que esta decisión de Mayer sea un nuevo capítulo de la persecución ideológica contra el cesado director del Teatro Español”, ha advertido Rosell, en referencia al polémico despido de Pérez de la Fuente el año pasado, antes de que cumpliera su contrato. El Área de Cultura asegura que el cambio de nombres no pasó nunca por el pleno del Ayuntamiento y que, por tanto, en el expediente legal aún figuran como Nave 10 y Nave 11.
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