Una empresa pide ayuda por el robo de 150 encinas con trufas inoculadas
La compañía agrícola Truffant ha denunciado los hechos y ha movilizado sus redes para encontrar las plantaciones, valoradas en más de 1.500 euros
La trufa es uno de los ingredientes más selectos de la gastronomía y, en el pasado, el cultivo y la venta del "oro negro" estaba rodeado de secretismo y picaresca. Este martes ha vuelto a ser el objeto de un caso de robo que la empresa agrícola Truffant, de Prades (Baix Camp), ha denunciado a los Mossos d'Esquadra: 150 encinas inoculadas con esporas de trufa desaparecieron a finales de la semana pasada de los cultivos. Truffant ha utilizado sus redes sociales para pedir ayuda y colaboración ciudadana para encontrar las encinas, valoradas en 1.500 euros.
"Hoy malas noticias. Nos ha tocado ir a los Mossos d'Esquadra a denunciar el robo de 140 jóvenes encinas. También hemos informado a los Agentes Rurales", se puede leer en el Facebook de la empresa, que pide que los ciudadanos se pongan en contacto con ellos si tienen alguna pista. Las encinas robadas no son adultas, sino que se trata de planteles de 50 centímetros plantados durante el pasado otoño. Además de las pérdidas económicas, el robo también supone una pérdida de tiempo, puesto que la trufa aparece ocho o diez años después de la inoculación.
"No es un problema tanto de pérdidas, sino de la decepción que tenemos con el sector", explica Antoni Fullat, de Truffant, que quiere que este episodio sirva para que el mundo de la trufa se replantee como fomenta el producto. Fullat lamenta que "sigue habiendo gente en el sector que hace las prácticas de antes, basadas en la piratería y la mentira", y explica que, mientras en Francia el sector de la trufa empezaba a atraer turismo gastronómico, "aquí se robaban plantas e incluso se envenenaba a los perros para qu no encontrasen nada". "Nosotros somos gente joven y no estamos para estas historias", concluye Fullat, que reivindica la trufa de la parte mediterránea de la península, donde hay una de las producciones silvestres más grandes, que se está perdiendo debido a prácticas abusivas.
La empresa sospecha que los ladrones los trasplantarán a otra plantación de las montañas de Prades, puesto que si no lo hacen, el hongo inoculado, que después será la trufa, morirá en pocos días. Truffant pide a excursionistas, cazadores y ciclistas que avisen a los Mossos d'Esquadra si ven una plantación reciente de encinas para que la policía catalana haga las comprobaciones oportunas.
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