El Gobierno vasco pide reaccionar ante la actuación del Estado contra el autogobierno

El portavoz del Gobierno Vasco y consejero de Gobernanza Pública y Autogobierno, Josu Erkoreka, aboga por "poner pie en pared" y "reaccionar" ante la actuación "combinada del poder central y del Tribunal Constitucional contra el autogobierno vasco" y ha pedido al Parlamento de Vitoria que lidere esa acción.

Erkoreka ha abierto hoy la ronda de comparecencias de los consejeros del nuevo gabinete de Iñigo Urkullu en la Cámara autonómica y durante su intervención ha denunciado la "agresiva estrategia recentralizadora" del Estado ante la que ha propuesto una "estrategia escalonada" basada en tres ejes de acción, simultáneos y coordinados.

Por una parte ha apelado al trabajo en la Ponencia de Autogobierno en el Parlamento con el objetivo de que los grupos políticos diseñen una propuesta de Nuevo Estatus Político para Euskadi que cuente con el "mayor consenso posible".

Paralelamente ha afirmado que el Gobierno vasco reclamará al central por todas las vías pertinentes el cumplimiento íntegro del Estatuto de Gernika y ha anunciado que para ello el Ejecutivo de Urkullu, que gobierna en coalición con el PSE-EE, elaborará y remitirá al Parlamento, si este órgano se lo pide, una propuesta de actualización del catálogo de transferencias pendientes, tomando como punto de partida el listado validado entre 1993 y 1995 por esta Cámara.

También ha asegurado que el Ejecutivo autonómico mejorará todos los mecanismos de detección y reacción para salvaguardar las competencias reconocidas a Euskadi y buscará la negociación bilateral previa a la interposición de recursos ante el Constitucional para evitar sentencias que creen doctrina y "laminen" las competencias vascas por parte de un tribunal que "en los últimos tiempos ha dado cobertura sistemática y casi servil" al poder central.

Erkoreka ha justificado la preferencia del Ejecutivo vasco por la negociación en la comisión bilateral antes de la judicialización de los conflictos competenciales en esta "preocupante deriva antiautonómica" que, según ha dicho, guía la actuación del Constitucional en los últimos años.