Ayuntamiento y vecinos se enfrentan por un edificio histórico de la Casa de Campo
La plataforma Salvemos la Casa de Campo pide un centro de divulgación en el palacete de los Vargas y el Consistorio una bibilioteca de gastronomía
El palacete de los Vargas aguarda la decisión municipal sobre su uso desde que finalizó su remodelación, hace más de un año. De momento, permanece cerrado a cal y canto, rodeado por una valla metálica y con un interior a la espera de acondicionamiento. La alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena, ha planteado la construcción de una biblioteca de gastronomía y el Instituto de Estudios sobre el Hambre en el Mundo. Un destino que critica la Plataforma Salvemos la Casa de Campo, que lleva años luchando por recuperar el parque y sus elementos arquitectónicos y reclama un centro de divulgación.
En 1556 Felipe II ordenó adquirir terrenos para crear un bosque junto a la Villa de Madrid y convertirlo en lugar de asueto regio. El palacete de los Vargas, al que ahora se le busca contenido, fue la primera compra. En la actualidad, la Casa de Campo se extiende por 1.723 hectáreas (incluido el Club de Campo), declaradas Bien de Interés Cultural (BIC) en 2010. Es esa protección —la máxima que se puede conseguir— la que esgrimen los miembros de la Plataforma Salvemos la Casa de Campo en su intento de parar los planes municipales en cuanto al destino del edificio.
El BIC, explican, ampara todo el perímetro del jardín, los elementos que contiene e, incluso, lugares próximos como el puente de los Franceses. La asociación añade que el palacete de los Vargas, situado al pie de la entrada principal a la Casa de Campo, en la Puerta del Rey y a pocos metros del intercambiador de Príncipe Pío, es el elemento principal para la recuperación del carácter histórico del jardín, que perdió gran parte de su patrimonio arquitectónico en la Guerra Civil y en los sucesivos años de olvido.
“No tiene sentido proponer una biblioteca internacional de gastronomía con un restaurante, actividad que no tiene ningún vínculo con este lugar tan cargado de historia”, comenta Carlos Buchó, miembro de la plataforma. En su opinión, el inmueble sería el lugar perfecto para acoger la memoria y el recuerdo del parque y convertirse en un punto de divulgación, encuentro e información de los visitantes. Al mismo tiempo, plantean el traslado al edificio de la dirección y administración del parque, que ahora se encuentra en la Casa de la Castaña (cercana al palacete) en unas condiciones precarias.
Propuesta unánime
La plataforma recuerda la aprobación en la Junta de Moncloa-Aravaca “por unanimidad” de todos los grupos políticos de su propuesta de destinar el palacete a centro de interpretación y de orientación. La casa de los Vargas se ubica en la zona de la Casa de Campo que concentra los principales valores histórico-artísticos del parque, donde se encontraban el Reservado Chico, el Reservado Grande, la Faisanera, la Casa de la Castaña y la Casa del Guarda. “Forman una entidad intrínseca, que se rompería si se llevaran a término los planes municipales”, dice Buchó. De los elementos del Reservado Chico solo sobreviven los restos de la galería de las grutas, que se techó y consolidó en 2009. Ahora está cerrado.
El Consistorio, sin embargo, quiere convertir a este lugar en un punto de marcado atractivo turístico vinculado a la gastronomía. En una reunión mantenida con la alcaldesa, Manuela Carmena, la plataforma le planteó sus dudas con respecto al proyecto municipal. “La alcaldesa interpreta que nuestro proyecto tiene poca relevancia y piensa que la solución planteada por ellos es una idea óptima para Madrid”, explica Buchó. Mientras, el palacete y su entorno continúan a la espera.
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