Bàscara se plantea vender su ayuntamiento para saldar deudas
El Consistorio estudiará una consulta para que los vecinos decidan cómo afrontar la crisis
Los ediles del equipo de gobierno de Bàscara (Alt Empordà) se reunirán a finales de mes para decidir si convocan una consulta que plantee a los vecinos si deben poner a la venta la sede del Ayuntamiento ante la dramática situación que vive el municipio, de apenas un millar de habitantes y que debe más de tres millones de euros.
En la sesión, los concejales estudiarán al detalle los números rojos y harán una tasación estricta de sus bienes. Posteriormente, a principios de setiembre, formalizarán su decisión. El alcalde, Narcís Saurina, está a favor de la iniciativa. La intención es explicar a los vecinos las consecuencias tanto de vender el inmueble como de no hacerlo. La elección es, según el alcalde, entre dejar al pueblo “ahogado y sin poder hacer ninguna inversión ni mejora en el municipio”, o vender “y tener la situación solucionada en tres o cuatro años”.
La deuda de 3.050.000 euros incluye 1,7 millones al Gobierno central por el plan de pago a proveedores y el resto son 180.000 euros de deuda con la banca y facturas pendientes de pago.
Para hacer frente a la deuda, el nuevo Gobierno municipal de ERC trató de sacar adelante un plan económico con la ayuda de otras administraciones, pero al final “no ha sido posible”, afirma el alcalde, que destaca que la situación del municipio es de “quiebra”.
“El problema que tenemos es que no podemos pedir dinero a nadie porque no se lo podremos devolver”, sostiene Saurina. Recuerda que “de los 1,5 millones que debemos al Estado aún estamos devolviendo 70.000 euros en intereses, pero no estamos amortizando el principal”.
Al entrar en el Ayuntamiento tras las últimas elecciones municipales, los republicanos encargaron un estudio económico-financiero a una empresa externa para conocer la situación real de las cuentas municipales. Este estudio concluye, entre otras cosas, que CiU gastó 4,6 millones de euros en un polideportivo —que es uno de los más grandes de la comarca— y 2,7 millones en un hipódromo. Este equipamiento está “infrautilizado” y pone como ejemplo lo siguiente: “Este 2016 solo acogerá dos eventos”.
Saurina culpa a los anteriores equipos de gobierno de esta deuda “inasumible”. Lluís Lloret, de CiU, gobernó Bàscara durante 32 años. El exalcalde afirmó en su momento que las cifras ofrecidas por el actual Gobierno local eran “falsas”, que los proyectos ahora cuestionados se hicieron con “visión supramunicipal” y que sus costes eran “asumibles” gracias a los convenios firmados con promotores y otros agentes.
“En un primer momento, la gente no se creía que la situación económica fuera tan mala. Pero gracias al informe económico y a los números detallados que hemos ido ofreciendo, este grupo es cada vez más pequeño, afortunadamente. Con transparencia, hemos ganado credibilidad”, mantiene Saurina.
La posibilidad de vender este patrimonio tiene que permitir al Consistorio volver a disponer de liquidez, incluso pagando la deuda. “Podemos decir que en un año hemos logrado frenar la sangría económica con la que nos encontramos, pero aún estamos lejos de disponer del dinero que necesitamos para cosas tan elementales como amortizar préstamos, pagar facturas a proveedores u ofrecer a la población un servicio de mantenimiento adecuado para las infraestructuras municipales”, lamenta. “No vender patrimonio”, augura, “nos aboca a décadas de ajustes presupuestarios”.
El Consistorio remitió las cuentas de los últimos ejercicios a la Oficina Antifraude y a la Sindicatura de Cuentas. Por ahora no ha recibido respuesta.
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