El agua potable vuelve a la Bisbal d’Empordà a bordo de cisternas
El municipio llevaba 12 días sin suministro tras detectarse herbicidas en la red pública
Un camión cisterna empezó ayer a repartir agua por las calles de La Bisbal d'Empordà (Baix Empordà), localidad que lleva 12 días sin suministro después de que fuera detectada la presencia de herbicidas en la red pública. Apenas un centenar de vecinos acudieron con garrafas, evitando así tener que comprarla.
El alcalde, Lluís Sais, avanzó que los filtros de carbón activo alquilados en Bélgica “serán instalados posiblemente a finales de semana en los depósitos de agua contaminados para diluir los herbicidas, se harán las analíticas correspondientes y el Departamento de Salud decidirá cuando el agua es apta para consumo”.
Más de 12.000 vecinos de los municipios de La Bisbal d'Empordà y Forallac no pueden beber agua del grifo ni usarla para cocinar por la contaminación por exceso de herbicidas detectada a finales de julio.
Desde el Consistorio se sospecha que la escasa asistencia de vecinos que acudieron a abastecerse del camión cuba —de 17.000 litros— se debe a la fiesta mayor y también al desconocimiento. El camión parará en seis puntos diferentes de lunes a viernes entre las 9.00 y las 14.30 para que sus vecinos dispongan de agua potable gratuita. Se trata de una solución a corto plazo, ya que para el Ayuntamiento la definitiva debe pasar por la ampliación del segundo pozo que también suministra agua al municipio y que no tiene problemas de contaminación. Por otra parte, técnicos de la Generalitat toman muestras de las explotaciones de maíz de la zona para localizar el origen de los pesticidas.
El Ayuntamiento de la Bisbal se ha comprometido a bonificar una parte de la factura del agua: “Cuantificaremos el coste proporcional del suministro del agua que se usa para beber y cocinar, y ajustaremos el precio de la factura”, explicó el edil de comunicación, Josep Maria Castells. Además, los que están más al día de temas municipales, sospechan que el mantenimiento que hace Sorea, la empresa que administra el servicio en esta localidad, no es el adecuado teniendo en cuenta que el Ayuntamiento le debe 1,2 millones de euros.
Los dueños de la quincena de bares y restaurantes de la turística localidad medieval de Peratallada han mostrado sus quejas por la situación, pero la están logrando capear gracias al gran pedido de garrafas de agua que realizaron al ver que se avecinaban los días con más trabajo del año sin tener asegurado el suministro.
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