Alud de solicitudes de la ayuda de 100 euros para menores
Fuentes de servicios sociales señalan que, hasta el lunes 18, el consistorio ya había recibido 13.000 peticiones
Las oficinas de servicios sociales del Ayuntamiento de Barcelona han recibido un alud de solicitudes para la ayuda mensual de 100 euros para menores de familias con pocos recursos. El plazo de recepción de peticiones para las prestaciones de 2016 se abrió a finales de junio, tras conseguir aprobar las cuentas el gobierno de la alcaldesa Ada Colau. El plazo acabó este lunes y durante la semana pasada las oficinas han registrado largas colas e incluso incidentes entre las familias, algunas de las cuales han guardado turno desde primera hora de la mañana.
Las oficinas han abierto en horario de tarde, al finalizar su jornada habitual, con personal de refuerzo. Todavía no hay cifra oficial, pero fuentes de los servicios sociales aseguran que, hasta el lunes 18, el consistorio ya había recibido 13.000 solicitudes de una ayuda que implantó el gobierno del ex alcalde Xavier Trias (CiU) y que en 2015 recibieron 10.921 niños (la partida fue de 11,2 millones).
Colau ha reeditado esta renta complementaria a otras ayudas finalistas, como las becas comedor o la renta mínima de inserción. Para cobrar la ayuda, que busca paliar el impacto de la pobreza en los menores, no deben superarse ingresos de 11.951 euros brutos en el caso de familias de dos miembros o 17.927 si son cuatro.
Horas de cola y tensión bajo el sol
Sofía acudió el lunes a la oficina de Nou Barris, donde dos horas antes de abrir ya aguardaban 50 personas. Una hora antes de abrir no había ni gota de sombra y las familias, cada vez más, optaban por resguardar a los críos en la acera de enfrente, donde se estaba algo más fresco. Sofía, de 28 años, se desplazó hasta la oficina con su niño de cinco años pese a haber recibido la carta con la solicitud, que podría haber devuelto por correo. Probablemente recibirá la ayuda, porque solo ingresa “el subsidio de los 426 euros” y ya tiene concedida la beca comedor por el 100% del importe, le informaron. Su trámite apenas duró un par de minutos, otros aspirantes a tener la tarjeta tuvieron que salir y volver a guardar cola porque no habían hecho fotocopias de la documentación. La suma de espera y calor provocó momentos de tensión. “Pero nada comparado con la semana pasada, tuvo que venir la guardia Urbana”, aseguraron algunos de los que repetían en el intento.
La ayuda fue presentada en febrero de 2015, en vísperas a las elecciones municipales. Su implantación fue acordada por CiU y el PSC dentro del pacto para aprobar los últimos presupuestos de Trias. Se trata de una tarjeta que se llama Barcelona Solidaria y con la que las familias de los menores de entre 0 y 16 años pueden comprar en determinadas cadenas alimentos, material escolar o ropa.
La convocatoria del Fondo este año fue aprobada en junio con un presupuesto inicial de 10,8 millones, que se ampliará si es necesario. Para facilitar los trámites, el actual ejecutivo envió 12.000 cartas a los hogares susceptibles.
Las colas de las últimas semanas, especialmente multitudinarias en oficinas de la calle de la Selva (Nou Barris), Garcilaso (Sant Andreu), del Carme (Ciutat Vella) o la plaza de Tetuan (Eixample), han sido más concurridas de lo previsto porque muchos de los usuarios que recibieron la carta y que solo tenían que devolverla en un sobre franqueado, acabaron desplazándose hasta las oficinas. A ellos, vía boca a boca, se sumaron familias que no tienen expediente abierto en los servicios sociales pero piensan que pueden tener la ayuda. Quienes finalmente tengan derecho a la ayuda serán informados por SMS o correo electrónico y se les indicará donde pueden recoger sus tarjetas. Este año, la prestación llegará tan tarde que los importes de los meses de enero a septiembre se abonarán de forma prorrateada en distintos pagos.
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