La milla de oro catalana
Seis municipios del Maresme aparecen en la lista de las 25 localidades con mayor renta de España
Después de una tormenta de verano, en las ciudades del Baix Maresme surge un olor característico de la costa, a pino mojado, que primero debió encandilar a los romanos que establecieron ahí sus villas; después a los indianos que volvían de América; y ahora a los ejecutivos, ya sean catalanes, chinos o rusos, que trabajan en Barcelona pero que quieren vivir sin las prisas y el ruido de la capital. Son ellos los que hacen que Alella, Tiana o Teià sean algunas de las seis poblaciones de la comarca del Maresme que aparecen en la lista de ciudades con la renta más alta de España, que ha elaborado la Agencia Tributaria. Pese a esta privilegiada situación sus alcaldes admiten un problema de desigualdad social y de presión inmobiliaria.
Los tres municipios forman un triángulo en la segunda línea de la costa, y en ellos, desde los años ochenta, se fueron creando urbanizaciones con segundas residencias que luego se convirtieron en primeras. Los políticos, las empresas inmobiliarias y los vecinos de la zona lo achacan a tres factores: buenos servicios, el mar a dos kilómetros y Barcelona a 20 minutos. El alcalde de Alella, Andreu Francisco (ERC), aunque admite que “fue ciudad dormitorio durante muchos años”, se muestra convencido de haber conseguido “que la gente que vive en el pueblo participe del día a día, y se integre. La renta no es un factor excluyente”, asegura.
Alella está en el número 12 del ránking, tiene 9.651 habitantes, según el INE, y de media una renta bruta por declarante de IRPF de 43.633 euros por año. Teià, con 6.141 habitantes, es la decimoquinta ciudad con más renta, con 41.088 euros. Y en Tiana viven 8.314 personas, es la número 21 de la lista, y tiene una renta de 38.536 euros por año. Estos datos contrastan con otra población cercana a Barcelona pero que está en posiciones de cola, como Santa Coloma de Gramenet (20.987 euros al año), o con otra del Maresme, Pineda de Mar (21.575 euros al año), que no comparte con sus vecinas las rentas altas.
Aunque hay mucho dinero, al lado hay una realidad algo distinta, en un territorio donde la tasa de paro puede llegar al 10%. “Como en todas partes, hay desigualdades, y también hay gente que tiene que vivir con una pensión baja”, comenta Emilia Aguilar, vecina de Alella de 48 años. Aguilar asegura que esta lista sobre las rentas altas no refleja la realidad de la vida cotidiana en el pueblo: “Yo no conozco a nadie así, y a mi negocio [una óptica] no vienen”.
Muchas de estas familias con un alto nivel económico son extranjeras que trabajan en multinacionales en el área metropolitana, y que viven en los pueblos de la costa. “Hay inmobiliarias que trabajan específicamente con extranjeros, como Engels & Volkers o Lucas Fox”, explica Marta Ribes, de la Oficina de Turismo de Alella. “Viene gente de Rusia, de Holanda, y también viene mucha gente de turismo, estos sobre todo nacionales”, asegura, y recuerda que están creciendo las viviendas de uso turístico, así como las visitas a las bodegas de vino, ya que uno de los elementos característicos de esta zona del Maresme, además de las casas modernistas y las rentas altas, son las viñas que abundan en el paisaje.
Las tres localidades de este triángulo comparten perfil con buena parte de los doce municipios catalanes que aparecen en la lista de los 25 más ricos de España. Eso sí, no forman parte de este ránking las ciudades del País Vasco y Navarra, con agencias tributarias propias. En los municipios más ricos de Cataluña también hay un factor de cohesión: en seis de los doce gobierna Convergència i Unió. Los otros seis se los reparten a partes iguales el Partit dels Socialistes y Esquerra Republicana.
El reto de estos municipios en el futuro es moderar el crecimiento urbanístico. El alcalde de Teià, Andreu Bosch (ERC) admite que lo que toca ahora es potenciar “las viviendas plurifamiliares”, y particularmente las de protección pública. Y es que todos reconocen que solo con más densidad urbana se pueden pagar los servicios.
A la caza de la casa unifamiliar
En estos pueblos del Maresme conviven las casas antiguas que decoran la vida cotidiana con las viviendas modernistas y los palacetes, como la Casa del Marqués de Alella, los adosados con jardín y las urbanizaciones con casas amplias y caras, donde viven las familias con ingresos más elevados. Son precisamente estas viviendas las que están más buscadas por la clientela.
Según la empresa inmobiliaria Urbenia, la que tiene mayor presencia en el Maresme, el precio medio del metro cuadrado en Alella y Teià asciende a 2.100 euros, y en Tiana a 2.750 euros. “Teià es la población en la que más extranjeros compran casas, especialmente chinos, ya que los rusos han bajado últimamente”, explica Arnau Alegre, director de la sección de Maresme Sur de Urbenia. En Alella los pisos se están vendiendo a un promedio de 120.000 euros, pero las casas, el producto más deseado por la clientela, se disparan hasta unos 600.000 euros de media.
“Este crecimiento típico de la comarca hay que irlo acotando porque el coste de los servicios públicos crecen exponencialmente”, indica el alcalde de Teià, Andreu Bosch (ERC), que recuerda que todavía hay 200 personas sin trabajo “que lo están pasando mal”.
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