Comín y Colau inyectan 187 millones a la red sanitaria de Barcelona

Barcelona recibirá una inyección de 187 millones de euros para mejorar la salud de sus barrios, especialmente los más desfavorecidos. Tras el informe diagnóstico que verificaba la situación sanitaria de los vecindarios de la ciudad (18 de ellos tenían muy mala salud), el Ayuntamiento y el Departamento de Salud firmaron ayer un convenio con 37 actuaciones que incluyen la construcción de ambulatorios, la ampliación de centros sanitarios y la mejora de instalaciones en algunos servicios. Aunque la inversión no se acerca ni de lejos a las cifras que manejaba el anterior acuerdo de 2008-2012 (237 millones), el plan permitirá, de aquí a 2023, cubrir algunas demandas vecinales históricas. La alcaldesa Ada Colau avanzó que esto es sólo “el punto de partida”.

La planificación de la inversión ha pivotado sobre las desigualdades en salud, que se cristalizan, por ejemplo, en la diferencia de 11 años entre la esperanza de vida en el barrio de Pedralbes y en el de Torre Baró. “Queremos priorizar las intervenciones en las zonas con mayores necesidades sociales y desigualdades en salud”, apuntó la comisionada de Salud, Gemma Tarafa. El 77% del presupuesto va destinado a estos 18 barrios prioritarios, donde se realizarán 20 de las 37 actuaciones.

Salud aportará el 66% del presupuesto y el Ayuntamiento invertirá 44 millones, 37 más que en el anterior convenio

El acuerdo estratégico contempla mejoras en todas las áreas sanitarias, especialmente en atención primaria y salud mental. El consejero de Salud, Toni Comín y la alcaldesa Colau han dado luz verde a la construcción de cuatro nuevos centros de atención primaria (CAP) en la Barceloneta, Fort Pienic, Badal y Poblenou. Además, se remodelarán otros tantos CAP y se adecuarán zonas para tratar la salud comunitaria.

En salud mental, el plan incluye también la creación de nuevos centros de salud mental de adultos e infantiles y la mejora de instalaciones en varios centros de atención a drogodependencias.

La inversión para el área hospitalaria, la más grande en cuanto a presupuesto (71%), supondrá la construcción de un nuevo edificio de investigación en Vall d'Hebron y Sant Pau, la ampliación de las urgencias de traumatología y renovación de las consultas externas en Vall d'Hebron y una nueva zona de rehabilitación en el Centre Fórum. Las obras del hospital del Mar (nuevas urgencias, área de maternidad...) también están incluidas en este monto.

El ámbito sociosanitario será, según las administraciones, donde más se notará su apuesta por “reforzar el carácter público en líneas asistenciales donde hay muy poca presencia de la pública”. Según un informe municipal, Salud destina 200 millones al año a actividad privada en Barcelona, especialmente en servicios sociosanitarios y de salud mental. “La construcción de un sociosanitario nuevo o que las reformas se realicen en centros de operadores públicos es una señal de que queremos reforzar el carácter público”, indicó Tarafa. Comín justificó, por su parte, que en salud mental y sociosanitario, la oferta es “insuficiente”. “Hay una infradotación en los dos espacios y el proveedor histórico era privado. Hay que mirar de reforzar la pública mediante inversión pública”, indicó el consejero.

Con todo, han quedado muchas propuestas en el tintero. “Había seis o siete CAP que no se podrán hacer por falta de presupuesto”, reconoció Tarafa, que aseguró que, al menos, los 187 millones están blindados.

En términos económicos, Salud se hace cargo del 62,3% de la inversión pero, su aportación está muy lejos de la del anterior convenio. Comín justificó que en esa época estaban en una situación de “expansión presupuestaria”, muy diferente al momento actual. Quién sí ha abierto la mano es el consistorio, que aporta 44 millones, 37 más que en el anterior convenio.