Patrimonio cambia por réplicas tres esculturas de bronce de los jardines de Aranjuez

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Un grupo de turistas se detenía ayer ante una de las fuentes del Jardín de la Isla. Miraban sus folletos y levantaban la vista con admiración a una figura de Neptuno y otras dos de Cibeles, probablemente sin saber que no miraban los originales de bronce y cuarzo de Alessandro Algardi, Domenico Guidi y Ercole Ferrata, sino unas réplicas hechas con “resina de dos componentes cargada de polvo de bronce”, según explica un portavoz de Patrimonio Nacional, organismo responsable de la gestión y el mantenimiento del Palacio Real de Aranjuez y su entorno.

Desde que el pasado 17 de mayo se sustituyeron las originales por réplicas, la polémica se ha extendido entre los vecinos de este municipio de 58.000 habitantes en el extremo sur de la Comunidad. Tanto, que el Ayuntamiento, que sabía desde febrero que las estatuas se iban a retirar, se vio obligado a lanzar una nota al día siguiente: entienden que a la intemperie se queden las réplicas —“es comprensible que se prime el criterio de conservación sobre el de originalidad”—, pero exigen que las originales se devuelvan al municipio, aunque sea al interior del Palacio Real, una vez restauradas. “No podemos permitir que vayan vaciando los jardines de Aranjuez para llenar a su vez el nuevo Museo de Colecciones Reales que Patrimonio va a abrir en Madrid”, remataba el primer teniente de alcalde, David Estrada (PSOE).

Ese museo de la capital, que verá la luz el próximo año tras casi dos décadas de tortuoso y carísimo camino, acogerá 700 obras (pinturas, armas, tapices, carrozas, documentos,...) elegidas de entre las 154.000 que Patrimonio tiene distribuidas en sus 19 palacios, según publicó este diario en abril. Por eso, las ciudades que albergan esas colecciones, como Aranjuez, temen ser despojadas de unos tesoros que sienten suyos y son, además, un importante reclamo turístico. Preguntado por si el museo, ubicado entre el Palacio Real de Madrid y la catedral de La Almudena, se nutrirá con piezas de Aranjuez, un portavoz de Patrimonio responde que no está decidido el contenido del espacio.

Temor a los hechos consumados

“El temor es que se haga una política de hechos consumados, que vayan probando”, decía ayer por teléfono el socialista Rafael Simancas. El pasado marzo, Simancas sacó adelante en el Congreso una propuesta para que Patrimonio Nacional acuerde con los municipios que albergan los palacios reales —como Aranjuez, San Lorenzo de El Escorial o La Granja de San ildefonso— los contenidos del Museo de Colecciones Reales.

“¡Aranjuez no quiere muñecos de plástico en sus fuentes y jardines históricos!”, protestan en una reciente nota Ecologistas en Acción Aranjuez. En ella, se quejan además de que las esculturas de Neptuno y Cibeles ya fueron restauradas en 2003 y de “la falsa teoría de la conservación” que “ignora que los bronces llevan allí más de 300 años en perfecto estado”.

Patrimonio por su parte, insiste en ello: habla de “preservación de la intemperie” y también “de evitar posibles vandalismos”. “Es una tendencia de conservación muy extendida en todo el mundo. Ya lo hicimos con otras esculturas de bronce del mismo jardín, como la del Niño de la Espina”, termina el portavoz. Así, las tres esculturas del Jardín de la Isla de Aranjuez estos momentos se están restaurando antes de ser llevadas a la exposición De Caravaggio a Bernini que estará del 6 de junio al 16 de octubre en el Palacio Real de Madrid. Después, serán devueltas a Aranjuez para ser expuestas dentro del Palacio Real, dice Patrimonio.