El sector del mar vence a la Xunta en su batalla contra la ley acuícola
La conselleira cede a las cofradías y bateeiros la prerrogativa de vetar o incluso redactar una nueva normativa
Sorprendió con su publicación y ahora con su retirada. “Nos olvidamos de tener en Galicia una ley de acuicultura”, ha afirmado este martes la conselleira do Mar, Rosa Quintana. Con esta frase pronunciada en un plato de TVG anunciaba el certificado de defunción del controvertido proyecto legislativo que ha levantado al sector del mar. Era su última y única baza para evitar la manifestación convocada el próximo sábado en Santiago y que podría convertirse en una de las más contundentes contra una ley del Gobierno gallego.
Quintana ha hecho la oferta más generosa al sector al darle la prerrogativa de que en el futuro sea el que proponga o rechace la redacción de una nueva normativa a la carta. “Nuestro trabajo ha sido intentar mantener una actividad económica de una forma ordenada, pero el sector no lo entendió así y hubo quien lo llevó por un camino de mentiras que no fuimos capaces de parar y entonces es preferible partir de cero", ha valorado la conselleira.
En medio de la euforia por haber ganado la batalla iniciada hace casi cuatro meses -cuando se publicó en el Diario Oficial de Galicia el anteproyecto de la ley-, el sector no dará marcha atrás en la convocatoria de la protesta porque la noticia de Rosa Quintana “ha llegado demasiado tarde". "Hay otros muchos motivos para no desconvocarla y que no se pueden olvidar”, afirman fuentes del sector, en alusión por ejemplo a las cuotas de capturas totalmente insuficientes para los marineros gallegos.
Para el portavoz de los más de 300 directivos del sector a los que Quintana ha remitido la orden de retirar el borrador de la exposición pública, “la conselleira quiso empezar la casa por el tejado sin contar con sus inquilinos” y “debería dimitir porque la falta de diálogo ha sido una norma durante estos años al frente de la consellería”, señala Xaquín Rubido.
Para los trabajadores del mar esta retirada a destiempo es el resultado de unas pésimas relaciones de todos los colectivos que conforman el tejido productivo con el equipo de Rosa Quintana que se arrastran desde 2013, cuando la desaparición del berberecho común dio la voz de alarma de una ría con problemas de contaminación incontrolados cuyo origen no tiene todavía una respuesta científica. Y la ley fue la gota que colmó el vaso.
En la entrevista televisada, Quintana se ha mostrado confiada de contentar a los manifestantes a cuatro días de la movilización de Santiago. "Supongo que con eso les quedará claro que cuando yo doy una palabra la cumplo. Si estaba paralizado estaba paralizado, y ahora, aún es más, se retira de la exposición pública y nos olvidamos de tener en Galicia una ley de acuicultura", ha setenciado.
Quintana fue desautorizada por Núñez Feijóo cuando hace un mes anunció en el Parlamento gallego que la tramitación de la ley quedaba paralizada para consensuarla con el sector. El presidente cedía entonces a las presiones de sectores de su partido que sirvieron de paraguas a las críticas de algunos colectivos de afectados, principalmente bateeiros, tradicionalmente afines al PP y a sus políticas. Los últimos resultados electorales fueron una línea roja para alcaldes de municipios costeros contrarios a las formas y tiempos marcados por la consellería.
La Federación Galega de Confrarías de Pescadores también se ha apuntado a la convocatoria de la Plataforma en Defensa da Ría de Arousa (PDRA) y asociaciones de mejilloneros para formar parte de la comitiva de más de 50 autobuses que se han fletado para ocupar la Plaza do Obradoiro.
Su presidente, Tomás Fajardo, ha asegurado que la movilización por las calles de Santiago será pacífica y explicó que es el resultado del sentir general del sector. "Seguimos demandando más y que nuestras reivindicaciones se atiendan ya no solo desde Galicia, sino también desde la Unión Europea, que al final es quien reparte el bacalao", ha señalado en alusión a la distribución de las capturas.
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