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Cómic

Sento Llobell: “El modelo de la Feria del Cómic tal vez no es el idóneo”

El ilustrador valenciano cuestiona el formato elegido para Tebeo Valencia El evento, previsto del 4 al 6 de diciembre, se ha aplazado por segunda vez

El ilustrador valenciano Sento Llobell.
El ilustrador valenciano Sento Llobell. SERGI ALBIR

Tebeo Valencia, la Feria Valenciana del Cómic y la Ilustración estaba prevista para los días 4, 5 y 6 de diciembre. La fecha estaba clara, el espacio de Feria Valencia reservado, la dirección preparada y la gente expectante. Pero no pudo ser. El evento se ha aplazado por segunda vez (se habla de celebrarlo en marzo), y levanta el escepticismo incluso en su presidente de honor, Sento Llobell, un autor valenciano con una destacada trayectoria que además ejerce de profesor en Bellas Artes y en la ESAD, que pese a mantener esperanza, suena apesadumbrado. “No creo que sea culpa de nadie en particular ni que se haya hecho nada mal. Pero tal vez el modelo que se había pensado para este evento no sea el idóneo”, explica Llobell en su casa de Sagunto.

“En la actualidad hay dos maneras de enfocar los eventos de tebeos: el sistema del Saló del Còmic de Barcelona, que organiza FICOMIC y que es eminentemente comercial y empresarial, y que es uno de los mejores de Europa, después de Angouleme, y la manera en la que trabajan en Avilés o A Coruña, en la que se trata de un evento cultural con una presencia pública mayoritaria”. Sobre ese aspecto, Llobell concreta que “la iniciativa había partido de Feria Valencia que contactó con FICOMIC, que ya tenía su modelo muy claro, pero el número de stands vendidos era insuficiente, y esa parece ser la causa de este segundo aplazamiento”. El primero fue una cuestión más técnica y mucho menos preocupante: cuando se lanzó la idea era mayo, y el plan era realizar el evento en diciembre. Dado que muchos presupuestos y agendas se cuadran anualmente, se vio que era poco práctico contar con solo seis meses de anticipación.

El número de stands vendidos era insuficiente, y esa parece ser la causa de este segundo aplazamiento

Sento es extremadamente conciliador, invita a la reflexión y opta por reforzar, de momento, los eventos que sí se están produciendo en Valencia, como son las Jornadas de Cómic que organiza ASOVALCOM con escasísimos medios. “Han creado eventos sin casi presupuesto y que, sin embargo, han tenido una excelente acogida”, explica ”así que imagina lo que podrían hacer con un poco de ayuda”. La perspectiva de Sento Llobell con respecto a la situación no es, sin embargo, catastrofista. Ni siquiera negativa. “En la actualidad tanto el IVAM como el MUVIM están tomando mucho interés por el tebeo”, aclara.

El tiempo de marginalidad de los cómics ha pasado, y la generación de la línea clara, en la que Sento, junto a Mique, Calatayud y Micharmut, se diferenciaron de la anterior industria de la historieta valenciana, en la que Editorial Valenciana, con Pumby, y Maga, con El Guerrero del Antifaz, eran los títulos clave. Los autores de los ochenta ya están siendo reclamados como piezas de la cultura y el arte en el S.XXI. Y algunas de las perspectivas con respecto a los nuevos valores tampoco son malas “hay una calidad altísima en los talentos más jóvenes. El problema es que no se venden libros y es preciso adaptarse”.

En la actualidad tanto el IVAM como el MUVIM están tomando mucho interés por el tebeo

No es una afirmación gratuita: Sento Llobell, después de haber publicado con editoriales grandes y ser un talento reconocido ha acabado por pasarse a la autoedición, ya que le resulta más rentable y más cómodo. En realidad, no es la única cuestión. Sento siempre ha tenido un deje rebelde, algo combativo con respecto a los peajes que un artista debía pagar para poder vivir del tebeo, y con más de 60 años, ahora puede emplear su tiempo y su esfuerzo justo a lo que más le interesa, ahora que el tebeo ya ha dejado de ser un subproducto destinado exclusivamente a la infancia y, como mucho, a la juventud.

Sento Llobell.
Sento Llobell.SERGI ALBIR

Su lucidez en el análisis de la situación resulta llamativa para un artista. “Debemos entender”, explica Llobell, “que ahora mismo es preciso que nos adaptemos a la nueva situación de mercado, porque la cultura dominante es la de compartir. Probablemente los sistemas de micropagos sean lo mejor para conseguir ingresos, porque vivir de la cultura suena muy bonito, pero no vale todo. Yo mismo les explico a mis alumnos que incluso en el mundo del arte hay una competencia enorme y hay que saber destacar”.

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