La cuna del turrón lidera la producción de chocolate

Ningún producto se asocia tanto a la Navidad como el turrón y pocas localidades existen tan vinculadas a un producto como la alicantina Xixona. Durante décadas, los empresarios radicados en el municipio han buscado, con éxito limitado, fórmulas comerciales para reducir una estacionalidad que concentra casi el 90% de la venta de turrón en las fechas navideñas, mientras contemplaban cómo sus competidores en el sector del chocolate mantenían su espacio en las estanterías a lo largo del año.

Hasta que en 2010, en plena crisis, los responsables de Sanchís Mira, propietarios de marcas históricas como Antiu Xixona y La Fama, tomaron una decisión que un lustro más tarde ofrece el sorprendente resultado de que la provincia de Alicante habrá producido al concluir 2015 más chocolate, por encima de los 25 millones de kilos anuales, que turrón, con unos 15 millones. Sólo Sanchis Mira ha elaborado 10.500 toneladas de chocolate por 9.500 toneladas de turrón, un 10% más que en 2014, convirtiéndose en un serio competidor de la empresa chocolatera por excelencia, Chocolates Valor, que esta misma semana ha cifrado su producción global en los 18 millones de kilos, un 6,7% más que el año pasado.

Alicante habrá producido al concluir 2015 más chocolate, por encima de los 25 millones de kilos anuales, que turrón, con unos 15 millones

El éxito de Sanchís Mira se produce gracias a su estratégica asociación con Mercadona, a la que venía suministrando producto para comercializar turrón bajo la marca blanca Hacendado. La inversión de más de diez millones de euros en una planta de fabricación inaugurada en 2011 permitió a la empresa jijonenca convertirse en el principal proveedor de tabletas de chocolate de la gran firma de distribución valenciana. Aunque en un principio la producción se destinaba exclusivamente a fabricar tabletas Hacendado, la firma turronera comercializa hoy día chocolate Antiu Xixona en distintas variedades: negro, con leche, blanco y con almendras.

Predominio de la marca blanca

La caída de los ingresos familiares consecuencia de la crisis económica es la responsable de que en el sector del turrón, tal como explica Federico Moncunill, secretario general del Consejo Regulador de Jijona y Turrón de Alicante, “el 60% de las ventas se realicen bajo el paraguas de las marcas blancas”. A su juicio, “a medida que se supera la crisis los consumidores van regresando a las marcas tradicionales de prestigio”. Lo están haciendo ya, señala Moncunill, “gracias a la presencia de nuevos formatos de tableta, más pequeños, lo cual se adapta mejor a las pautas de consumo de familias que hoy cuentan con menos miembros que hace años y permite una reducción en el precio unitario”.

Esa reducción de tamaño es una novedad que no se ha producido hasta 2015 “porque lo impedía la reglamentación técnico sanitaria de turrones y mazapanes”, una normativa obsoleta que ha quedado derogada por la Unión Europea, que ha liberalizado el envasado. Así, hasta este ejercicio el turrón sólo podía adquirirse en tabletas de 200 y 300 gramos, en la llamada “barra catalana” de 500, o en las porciones individuales de 10 gramos. Este año, en cambio, los consumidores encuentran tabletas de 150, 160 o 250 gramos, una flexibilidad “que ya tenían otros productos con los que el turrón compite y que en países como Reino Unido ha llevado aparejado un aumento del consumo”, añade Moncunill.

Este año los consumidores encuentran tabletas de 150, 160 o 250 gramos, una flexibilidad que tenían otros productos con los que el turrón compite

Los fabricantes de turrón de Xixona prevén cerrar 2015 con un aumento en las ventas cercano al 3% en volumen, unas 60 millones de tabletas, en Navidad, que representa el 89% de lo que se vende en todo el año en España. De ellas, unos 20 millones de tabletas contarán con la denominación de Jijona y Alicante, y 40 millones de otras gamas y sabores.

La facturación total rondará los 100 millones de euros. Moncunill señala que en España las variedades tradicionales, Jijona (conocido popularmente como “el blando”) y Alicante (“el duro”), se venden prácticamente por igual, aunque en el extranjero la balanza se inclina hacia el segundo “por su mayor facilidad de conservación”. En conjunto, el sector es optimista porque “ creemos que el consumo de turrón y dulces navideños va a crecer frente a años anteriores, y que la demanda tiende a valorar de nuevo los productos de más calidad”.