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El monumento del 11-M lleva dos meses cerrado y tirado en el suelo

La estructura, en el interior de la estación de Atocha, yace aplastada contra el suelo desde hace dos meses

Imagen del monumento caídoFoto: atlas | Vídeo: Uly Martín

El monumento en memoria a las víctimas del 11-M, en el interior de la estación de Atocha, yace aplastado contra el suelo desde hace dos meses. Es un cilindro de cristal de 11 metros de altura, cuyo interior está forrado por un plástico con frases dedicadas a los 193 fallecidos en los atentados yihadistas de 2004. Pero desde hace dos meses esa cubierta no recibe la presión de aire comprimido necesaria para mantenerse erguida. La Asociación 11-M de Afectados del Terrorismo denuncia que es la quinta vez que ocurre en los últimos años. Un cartel cuelga en el acceso: “Cerrado por trabajo de mantenimiento”.

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El monumento del 11-M, en el corazón de la estación de Atocha, era este lunes una masa desparramada sobre el suelo. La estructura de plástico, que incluye frases de solidaridad con las víctimas de los ataques de 2004, debería rellenar el cilindro de vidrio exterior situado junto a la plaza del Emperador Carlos V.

 “La semana pasada vi unos técnicos entrar. Había un problema con el generador de aire comprimido, lo que impide que la estructura se sujete”, explicaba este lunes un agente de seguridad del metro, que aduce motivos profesionales para no dar su nombre. La dependienta del bar que se halla justo enfrente del monumento, que también quiere mantener el anonimato, confirmó esta versión: “Hasta hace dos semanas había dos chicas que forman parte del personal de la estructura. Ahora no viene nadie, está todo cerrado y así se ha quedado”.

El monumento, realizado por el estudio de arquitectos SIC (se llamaba Formidable Aroma de Manzana cuando ganó el concurso para construirlo) consiste en una sala diáfana subterránea, con paredes azul cobalto, dominada por un cilindro construido con gruesos ladrillos de cristal. El interior de ese cilindro debería acoger una estructura de plástico en la que se escribieron varias frases dedicadas a las víctimas de los atentados. La falta de funcionamiento del compresor ha hecho que el interior se haya desplomado contra el suelo.

“Ya es la quinta vez que ocurre. Hemos hecho gestiones ante el Ministerio de Fomento y Adif [la entidad pública que administra la infraestructura ferroviaria], pero nunca hemos recibido respuesta. La instalación no está catalogada como monumento”, asegura Pilar Manjón, presidenta de la Asociación 11-M Afectados del Terrorismo.

Manjón hace hincapié en la distancia que siempre ha separado a las víctimas de la estructura: “Nadie nos consultó a la hora de construirla. Solo se nos mostró, en un primer momento, un proyecto, distinto del que finalmente se realizó. El estado de abandono es total. Hay miembros de la asociación que nos han señalado que en ocasiones los locales de mantenimiento quedan abiertos e, incluso, se pueden ver las fregonas al lado del monumento, sin ningún cuidado”, insiste. Añade que Adif siempre se declaró contraria a la construcción, “pues mantiene que supone una imagen negativa para la empresa”.

Sin embargo, fuentes de Renfe sostienen que las tareas que la compañía lleva a cabo se limitan a la apertura y al cierre de la estructura, pero que es el Ayuntamiento de Madrid el que está encargado de la gestión.

El Consistorio tiene prevista una partida de 220.000 euros en los presupuestos de 2016 para rehabilitar la estructura. Ya en 2009, tan solo dos años después de su inauguración, se resquebrajó en su parte superior. Este periódico no logró este lunes la versión municipal.

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