Empujón al cine catalán

La producción de cine en catalán y su consumo por los espectadores no gozan de buena salud. A tenor de las estadísticas del Departamento de Cultura, tanto la producción de películas en catalán como los espectadores han bajado sensiblemente en los últimos años. En 2014 se produjeron 20 películas que tuvieron 61.326 espectadores y en lo que va de año se han hecho solo tres que han visto 32.244 personas, todas en Barcelona y en su región metropolitana. Ante ese panorama, la Academia del Cine Catalán y la SGAE han impulsado un circuito de cine en catalán entre mañana y el 27 de diciembre en 15 salas de cine de Cataluña —todas fuera de la ciudad de Barcelona— en las que se exhibirán 10 películas que han sido nominadas o ganadoras de los Premios Gaudí.

La cuota de pantalla del cine en catalán no ha pasado del 3,88% de espectadores en los últimos años en relación con la producción total. Ese porcentaje fue el mejor y se registró en 2012, al año siguiente fue de 2,60%, 2,22% en 2014 y en lo que va de año es el 2,38%. En cuanto a los títulos producidos en catalán, la curva es irregular: 27 en 2010, 14 en 2011, 14 en 2012, 18 en 2013, 20 el año pasado y 3 en lo que va de 2015. El número de cintas dobladas en catalán permanece más estable en los últimos cinco años entre 21 y 26 títulos cada año, excepto en 2012 que fueron 36. Si se suma la producción en catalán, más las películas dobladas y las subtituladas a ese idioma la cuota del cine en catalán respecto a la total no va más allá del 16,4% que registró en 2014 y este año, por ejemplo, está por debajo del 13%.

“El cine en catalán tiene que estar más presente en las salas y nos preocupa mucho la pérdida de público que se está produciendo porque contrasta con la calidad del cine que se produce”, apuntó Eduard Iniesta, uno de los responsables territoriales de la SGAE en Cataluña al presentar el circuito. “Queremos que sean acontecimientos en cada una de las ciudades del circuito y por eso se harán encuentros con guionistas, directores y compositores y autores de las películas”, añadió. Las ciudades que han entrado en el circuito son: Tremp, Ripoll, Alpicat, Tàrrega, Badalona, Les Gavarres, la Seu d’Urgell, Puigcerdà, Girona, San Cugat del Vallès Lleida, Sant Feliu de Llobregat, La Garriga, Vilafranca del Penedès y Palma de Mallorca. En todas se han seleccionado unas salas que se han apuntado al intento de estimular la presencia del cine en catalán en sus carteleras. Para incentivar que el espectador acuda, la SGAE pagará el 50% de la entrada, valorada en seis euros. “Se trata de estimular al espectador, para que tenga más curiosidad por lo que se produce en Cataluña”.

“Es en Barcelona donde se ve la totalidad del cine que se hace en catalán, una diversidad que no existe en el resto del territorio catalán donde, en cambio, estamos convencidos de que puede haber demanda”, comentaba Isona Passola, presidenta de la Academia, convencida de que la calidad de las películas made in Cataluña se merece visibilidad. Una cercanía con el público fuera de Barcelona que no existe, sobre todo, porque las salas optan mayoritariamente por programar cine comercial. “Esperamos que si funciona bien el circuito seguiremos con esa política de promoción y no renunciamos a que los que programan cine comercial incluyan en sus títulos producciones hechas aquí”, añadió Passola que ponía como ejemplo la movilidad del teatro catalán en todo el territorio: “por desgracia el cine catalán no puede competir con las majors”.

Desde la Academia se piensa en crear una central de distribución de producciones catalanas para que sea más fácil que las salas compren los títulos. Una iniciativa que, según la Academia, también comparte la Generalitat y que se podría poner en marcha a partir de los próximos premios Gaudí.

Las películas que han sido seleccionadas para el circuito que se exhibirán durante un mes y medio son: 10.000 kilómetros, Barcelona, Nit d’Estiu, Tots Volem el millor per a ella, Blancaneu, Els nens salvatges, Arrugas, Born, L’altra frontera, Les aventures de Tadeu Jones y Els cap de drap a la selva de l’arc de Sant Martí.