La guerra por la realidad virtual estalla en Games Week

Lo primero es ponerse el casco. Da igual que este se llame Oculus (Facebook) o Morpheus (Sony). Lo segundo es abrir bien los ojos. Porque de pronto una atestada feria de jugones se transforma en las aparentemente apacibles profundidades del océano. Es el poder de la realidad virtual, que comienza su cuenta atrás hasta el gran lanzamiento comercial de Oculus durante el primer cuatrimestre de 2016. Un poder por el que batallan, entre muchos otros, dos titanes como Facebook y Sony. Y su guerra ha encontrado en la feria madrileña del joystick, la Madrid Games Week —que se celebra de hoy al domingo en los pabellones 8 y 10 de la Feria de Madrid, a precio de 15 euros la entrada diario— la trinchera ideal. 

“La realidad virtual será la forma de jugar en el futuro. La gran novedad de la Games Week este año, porque Oculus nos visita desde la primera edición, es Morpheus, el casco de Sony. El público podrá probarlo por primera vez en España”, afirma Javier Sanz Andino, director comercial de la feria. Una oportunidad para que los asistentes comparen (tras la cola kilométrica de rigor) lo que ofrecen unos y otros y sobre todo den feedback de la gran incógnita de esta tecnología, que ya fracasó en los años 90.

¿Está preparado el usuario de a pie a ponerse un casco en su sofá? En juego están cifras monstruosas como los más de 130.000 millones de euros que podría facturar el sector en 2020, según la consultora Digi-Capital.

Tire o no tire lo virtual, Games Week dispara sus estadísticas. 30.000 metros cuadrados de espacio, el doble que el año pasado. Previsiones de superar los 70.000 asistentes, cuando en 2014 la cifra rondó los 55.000. Y una expansión que, además de cubrir todas las novedades del videojuego de cara a la campaña navideña, va más allá del medio. El salón contará, por ejemplo, con una zona manga, donde el cosplay, esa variante friki del disfraz, será protagonista. Habrá concursos y la presencia de una estrella en el arte de transformarse en personaje de ficción, la cosplayer polaca Shappi.

Para los que se aburran de tanta consola y prefieran algo más palpable, la feria estrena su primera área de ecombat. La cosa consiste en vivir un videojuego de verdad, sin botones de por medio. Se arma a dos equipos con fusiles láser, se los suelta en un espacio de 2.000 metros cuadrados recreado como una ciudad en pie de guerra y se les invita amablemente a que se acribillen durante 15 minutos. Eso sí, siempre que hayan cumplido los 16 años. “La idea es que puedan competir igual que lo harían en un videojuego, pero trasladando la fantasía de la pantalla a la realidad”, explica Sanz.

Claro que los alérgicos al joystick están en declive. Aprovechando el marco de la feria, la Asociación Española de Videojuegos (AEVI), sindicato del sector, ha revelado cómo está esto de jugar a la consola en España. Las cifras marean. Uno de cada tres españoles le da a los videojuegos, un total de 14 millones. De esos, casi la mitad son mujeres (el 46%). El porcentaje se dispara entre los padres: ocho de cada 10 juegan, según datos de AEVI. Y el sector facturó en España casi 1.000 millones de euros (996) en 2014. El doble de lo que recaudó la taquilla de cine el año pasado. “Jugar a un videojuego ya es como ver la tele, lo puede hacer cualquiera. Forma parte de nuestras vidas”, remata Sanz.