De desayuno, rabo de toro

El concepto de brunch, fusión entre las palabras breakfast (deasyuno) y lunch (comida), apareció por primera vez a finales del siglo XIX en un artículo de la revista Hunter´s Weekly. Uno de sus redactores proponía cambiar las comilonas de los domingos de después de misa por un desayuno potente previo a aguantar el sermón. La moderninad quitó todo carácter sacro a la práctica y lo convirtió en el plan perfecto para los días de resaca: una receta que consistía en grasa, para favorecer la digestión de la jarana, y un poco más de alcohol para evitar sentir el rigor de la abstinencia.

Poco a poco, la propuesta se fue volviendo más popular y sofisticada -Carrie Bradshaw y Sexo en Nueva York mediante. Así, bien sea para aliviar la resaca o bien para impresionar al ligue de la noche anterior o bien para simplemente decir que has estado de brunch, una decena de locales de la capital se ha propuesto reivindicarlo, pero a la madrileña. Para ello, todos los fines de semana del otoño, ofrecen un menú mañanero añadiendo al Bloody Mary, el zumo de naranja o los huevos benedictinos propuestas castizas como el rabo de toro, el salmorejo o las bravas. Un total de hasta 12 platos con precios que oscilan entre los 22 y los 40 euros. Todos los platos están maridados con cava Anna de Codorniú Blanc de Blancs, marca patrocinadora del evento y que ya impulsó uno semejante en Barcelona.

Las comilonas mañaneras, en carta durante los próximos tres meses, se presentaron con el mediático Jordi Cruz y este último fin de semana se mostraron los menús en un Brunch Weekend celebrado en todos los locales que participan: Babelia Café; Terraza El Enfriador; El Velázquez 17; Martinete; Taberna Los Gallos; Punk Bach; Terraza Lobbo; La Entretenida; NH Collection Madrid Eurobuilding y el NH Collection Madrid Abascal.