Una firma israelí compra la sede de Empresa para levantar pisos de lujo

La empresa Nadlan BCN, de origen israelí, ha adquirido la sede del Departamento de Empresa y Empleo en el paseo de Gràcia por 41,6 millones de euros. Fuentes cercanas a la operación explicaron que la sociedad planea transformar el inmueble de oficinas en locales comerciales y apartamentos de lujo. Pero para sacar adelante el proyecto la empresa deberá pedir al Ayuntamiento de Barcelona un cambio de uso del edificio, puesto que el planeamiento actual lo destina solo a equipamientos. La empresa, que ya ha desembolsado el 25% del importe, de momento ha firmado con la Generalitat un contrato de alquiler con una duración de 20 años. La Administración abonará casi 1,5 millones de euros anuales por ocupar el inmueble.

El paseo de Gràcia es una de las avenidas barcelonesas más codiciadas por inmobiliarias y fondos de inversión. Las firmas internacionales aguardan para tener su escaparate a pesar de las elevadas rentas, mientras que fondos, promotores y sociedades familiares pujan por inmuebles para construir hoteles y apartamentos de lujo. El Ejecutivo catalán sacó a la venta a finales del año pasado dos edificios en el paseo: el de la Bolsa de Barcelona y la Torre Muñoz, la sede de empleo, que fue propiedad de la familia Muñoz Ramonet.

El inmueble en el que se halla la Bolsa todavía no se ha vendido, según fuentes del sector, por los reparos que pone la institución para trasladarse. El Consell Executiu aprobó ayer la venta del segundo junto a las dependencias de Empleo de la calle de Sepúlveda después de dos subastas que quedaron desiertas. En conjunto, el Gobierno catalán ingresará por ambos edificios 63,5 millones de euros, de los cuales ya ha percibido el 25%, es decir, casi 15,9 millones.

Alquiler de 20 años

La Generalitat pasará a ser inquilina de los dos edificios. El Ejecutivo catalán se ha asegurado que permanecerá tres años en el inmueble de Sepúlveda a cambio de una renta de 1,34 millones de euros anuales y 20 años en el del paseo de Gràcia por 1,5 millones. En paralelo, el Departamento de Economía ha convocado este mes un concurso para hallar un edificio en la Zona Franca de entre 35.000 y 50.000 metros cuadrados para trasladar las dependencias de la consejería. La intención de Economía es también ubicar allí servicios del Departamento de Empresa.

La Torre Muñoz tiene una superficie de 10.045 metros cuadrados repartidos en diez plantas sobre rasante y otras dos subterráneas. Sin embargo, su posible reconversión en apartamentos de lujo y locales comerciales no es sencilla. El uso actual del inmueble, explican varias fuentes conocedoras de la operación, es de equipamientos. Su transformación en apartamentos requiere, por ello, de un cambio de uso.

Ese trámite no es fácil. Fuentes del sector explican que para poder construir viviendas se requiere una modificación del Plan General Metropolitano, lo cual a su vez requiere de obtener luz verde del Ayuntamiento y de la Generalitat. Estos cambios, además, suelen ir sujetos a justificaciones y compensaciones muy claras, más aún cuando el edificio está en el Catálogo de Patrimonio Arquitectónico. Estas fuentes recuerdan que el Tribunal Supremo tumbó en 2012 la recalificación del solar que ocupaba la Clínica Quirón de equipamientos a residencial al considerar que esa operación no tenía interés general.

La firma no tendrá problema para reconvertir la sede de la calle de Sepúlveda, donde puede levantar oficinas, locales comerciales o viviendas. Por su parte, con esta operación la Generalitat consigue hacer caja y seguir adelante con la política de venta de inmuebles. Desde que la pusiera en marcha en 2012, el Ejecutivo catalán ha ingresado 660 millones tras haberse desprendido, entre otros edificios, de la sede de Territorio y Sostenibilidad, Economía, Bienestar o Empresa.

"Riesgos políticos"

Fuentes del sector dudan de que el nuevo equipo de gobierno de Barcelona, liderado por Ada Colau, apruebe con facilidad un cambio de usos en la torre. La llegada de coaliciones de izquierdas a las principales alcaldías españolas, pero sobre todo la incertidumbre de lo que pueda suceder en las elecciones generales, fue uno de los principales “riesgos” que grupos inversores identificaron ayer en el 7º Foro Inmobiliario de JLL en Esade.

El director general de Meridia Capital, Juan Barba, aseguró que los inversores “analizan y ponen precio” al riesgo, mientras que la incertidumbre puede paralizar proyectos. “Muchos esperan las medidas que tomen los nuevos partidos y, además, vienen unas elecciones cuyos resultados son difíciles de pronosticar”, afirmó. El director regional para inmobiliario de Zurich, Riccardo Cobianchi, afirmó que el riesgo puede hacer que los capitales “se muevan” a otros países. La presentación que mostró al auditorio mostraba, entre otros, la salida de Grecia del euro, las elecciones generales o una eventual independencia de Cataluña.